domingo, noviembre 06, 2005

Personajes de mi pueblo: El Negro Dulcero

“La conquista propia es la más grande
de las victorias”
Platón.

Nuestro amigo Gonzalo López, cariñosamente conocido como el “Negro Dulcero” es un personaje polifacético de nuestra ciudad. En la época de oro del los cines vendía un dulce a locha que fabricaba en casa su querida madre. Era la famosa “Cagalera” que metía en una caja de cartón y protegía con un trapo para evitar las moscas. El Negro siempre vivaracho llegaba temprano a las funciones de la tarde, que se conocían como “Los Matinée” Había que hacer largas colas para comprar una entrada que para el momento costaba Bs. 0,50 por lo que era importante llegar con suficiente antelación a la venta de los boletos. Eso hacía que la aglomeración de la chiquillería frente al cine fuese bien nutrida y mientras abrían la taquilla había compra, venta e intercambio de cuentos, por supuesto, la compra de dulces. En eso el negro fue en la ciudad todo un precursor.

El “Negro Dulcero”, como cualquier torero tenía buenas y malas tarde. Cuando le iba bien ni se sentía ¡Pero, ay vaina! Cuando se varaba y la mercancía se le quedaba fría. Era una tragedia y como tal la asumía. En medio del bululú que se formaba a la hora de comprar los boletos de entrada, chocaba, tropezaba o decía que lo había empujado alguien. Y, ¡Zas! La caja iba al suelo y los dulces rodaban. El acusado siempre era alguien que por su vestimenta y presencia era fácil identificar con gente pudiente que pudiese cubrir el daño inflingido. Llanto y más llanto. El Negro se convertía en mar de lágrimas para buscar que el señalado le pagara y de no lograrlo buscaba la solidaridad de los que tenían un poco más recursos y le solventarán el tremendo lío en que se metería de llegar a la casa, sin venta y con la mercancía dañada. Logrado su objetivo recogía sus “Cagaleras” las limpiaba y se marchaba a otro cine dónde repetía o vendía sin problemas y salía buchúo. El que busca encuentra ¿O no?

El negro con el tiempo evoluciono hacia la actividad deportiva, donde fue jugador en el béisbol AA, luego se quedo como asistente del manager y llegó a ocupar ese cargo de dirección con los Criollos de El Tigre posición que le permitió hacer una gran amistad con todos los peloteros de la divisa y una conexión de simpatía con los fanáticos. En una oportunidad salía el popular Negro del auto mercado Pueblo Nuevo con un huevo en la mano y se encuentra con Cruz “Machelo” Bermúdez a la sazón lanzador zurdo de Los Criollos y este sorprendido le pregunta ¿Negro y ese huevo es para remedio? y el negro contesta: No chico para hacer perico. Estupefacto “Machelo” le repregunta ¿Con un Huevo negro? Y este muy orondo le replica: Bueno ¿Y quien te dijo que yo tengo restaurante en mi casa? Para la época El Negro Vivía solo y le asistía toda la razón. Empero, vuela la imaginación y uno sabe que hay gente que le dan en el codo y aprieta la mano… Libre de interpretación.
Hoy, Gonzalo López, el popular “Negro Dulcero” forma parte del personal técnico en el área deportiva del IUTJAA como facilitador de los bachilleres en las disciplinas de su competencia y está por jubilarse. Dios y la patria premian la constancia y el Negro paso de vendedor de dulces, deportista, técnico, jugador, dirigente a entrenador en el cuerpo docente del IUTJAA. Agarren ese trompo en la uña. Salud, Gonzalo. No hay dudas que conquistó el mundo en solitario.