“El corazón de un sabio es como un espejo:
refleja cada objeto sin empañarse”
Confucio.
refleja cada objeto sin empañarse”
Confucio.
En el año 1969 el distinguido profesor Bernardo Acosta ejercía los cargos de Sub-director y era titular de las cátedras de Educación Ciudadana, castellano y psicología en el otrora Instituto de Comercio “Alberto Carnevali” de El Tigre. Promediaba el Dr. Rafael Caldera Rodríguez su primer año de gobierno.
Una calurosa tarde Tígrense, mientras nos dictaba clases de psicología, el profesor Ángel Antonio Merlín, a la sazón, director del prestigioso instituto a través, del sonido interno hizo un llamado al profesor Bernardo Acosta para que atendiera una llamada urgente en su oficina. Solícito, acudió y nos trajo las buenas nuevas.
La llamada era del entonces Presidente de la República de Venezuela, Dr. Rafael Caldera Rodríguez, quien lo había designado gobernador de su estado natal Nueva Esparta. Gritos y aplausos de euforia, por su merecido nombramiento y un dejo de nostalgia, porque perdíamos un excelente educador, guía y consejero.
Concluyó el año escolar del 69, fuimos promovidos a cuarto año y finalizando ese año lectivo nombramos la comisión organizadora del comité pro-graduación que quedó presidida por Gonzalo Leiva. Esa delegación solicitó la opinión de los graduandos para escoger el padrino de la promoción y fue electo por unanimidad el profesor Bernardo Acosta.
Designaron la representación que haría la participación al padrino, la cual recayó en el presidente del comité pro-graduación Gonzalo Leiva, Roberto Salazar, Asdrúbal Mendoza y este humilde servidor. Solicitamos la audiencia respectiva y viajamos a la Isla. Llegamos a la gobernación e inmediatamente nos trasladaron en el vehículo oficial hasta Pampatar, donde nos asignaron una casa vacacional del conjunto “TRIMAR”, de la señora Trina Miguelina Franco quien nos atendió a las mil maravillas.
El conductor del vehículo nos hizo saber que a pesar de que teníamos audiencia fijada, el gobernador nos solicitaba que lo disculpáramos, pero que en ese momento estaba en una importante reunión y que en la noche se reuniría con nosotros para cenar, conversar y hablar del asunto que nos traía a la isla.
Dicho y hecho, promediando las 7 PM nos llamaron al área del restaurante, que recuerdo era a cielo abierto, donde ya nos esperaba el gobernador para cenar. Fue un encuentro de órdago, conversamos de lo humano y lo divino acerca de El Tigre, el Instituto, las clases y por supuesto de su designación como padrino, la cual nos agradeció, comprometiéndose a sacar tiempo de sus innumerables responsabilidades para venir al acto académico. Palabra que cumplió y vino a entregarnos junto a las autoridades del plantel los títulos de Bachiller Mercantil.
Nos invito a pasar unos días en Margarita y estuvimos una semana, durante nuestra estadía nunca nos desamparó. Teníamos nuestra casa vacacional, los 3 golpes y la visita casi diaria del gobernador, que incluso, nos permitía que el conductor del vehículo oficial nos diera paseos turísticos mientras el atendía reuniones en el restaurante.
Fue un viaje inolvidable. En esos días de su propia boca nos enteramos que era oriundo de Pampatar, hijo del mandinguero Donato Marcano Laborí y doña María del Carmen Acosta que vendía pescado, voceándolo por la calle y visitando casa por casa. Origen bien humilde, pues.
En El Tigre, fue maestro de la escuela de Campo Oficina, sub-director del Grupo Escolar Trujillo; profesor de metodología y educación cívica en el Colegio Divino Maestro y los ya cargos antes mencionados en el Instituto de Comercio “Alberto Carnevali” hasta que fue designado gobernador del Estado Nueva Esparta. Nos decía, hijos, no se preocupen, que una vez que concluya mis responsabilidades al frente del ejecutivo regional vuelvo al Tigre de mis querencias para continuar en las aulas.
No volvió, hace poco falleció en su nativa Margarita, pero dejo el fruto de sus enseñanzas, su don de gente y una estela de discípulos y grandes amigos que lo recordamos con el cariño y el aprecio de siempre.
En estas tierras de Guanipa, el profesor Bernardo Acosta tuvo una larga y dilatada carrera política y gremial, que lo llevó a ocupar los cargos de Vice-presidente de la Federación Venezolana de Maestros, diputado a la Asamblea Legislativa y al Congreso Nacional, Senador suplente, Director de Política del Ejecutivo de Anzoátegui, Secretario General de Gobierno y encargado de la Gobernación. Además, fue Contralor General del estado Nueva Esparta por espacio de 10 años, record del cual hacía gala y que difícilmente alguien pueda siquiera igualar.
Otra cosa inédita que nos contó fue que, aun cuando quiso ser pescador, inició su carrera en la administración pública como portero y bedel hasta llegar a gobernador. También nos decía con mucha gracia que el tenía la edad de la primera cámara fotográfica creada en el mundo, el respirador artificial usado en medicina y la cinta adhesiva. Bueno, murió a los 84 años, saquen la cuenta, pues.
Parafraseando a los chilenos con relación a don Andrés Bello cuando dicen con orgullo que “Don Andrés Bello es un ilustre chileno nacido en Caracas” yo puedo decir sin temor a equívocos que el Prof. Bernardo Acosta fue un ilustre Tígrense nacido en Margarita. Un sabio que puso todo su corazón para irradiar la luz del saber en nuestra querida ciudad.
Una calurosa tarde Tígrense, mientras nos dictaba clases de psicología, el profesor Ángel Antonio Merlín, a la sazón, director del prestigioso instituto a través, del sonido interno hizo un llamado al profesor Bernardo Acosta para que atendiera una llamada urgente en su oficina. Solícito, acudió y nos trajo las buenas nuevas.
La llamada era del entonces Presidente de la República de Venezuela, Dr. Rafael Caldera Rodríguez, quien lo había designado gobernador de su estado natal Nueva Esparta. Gritos y aplausos de euforia, por su merecido nombramiento y un dejo de nostalgia, porque perdíamos un excelente educador, guía y consejero.
Concluyó el año escolar del 69, fuimos promovidos a cuarto año y finalizando ese año lectivo nombramos la comisión organizadora del comité pro-graduación que quedó presidida por Gonzalo Leiva. Esa delegación solicitó la opinión de los graduandos para escoger el padrino de la promoción y fue electo por unanimidad el profesor Bernardo Acosta.
Designaron la representación que haría la participación al padrino, la cual recayó en el presidente del comité pro-graduación Gonzalo Leiva, Roberto Salazar, Asdrúbal Mendoza y este humilde servidor. Solicitamos la audiencia respectiva y viajamos a la Isla. Llegamos a la gobernación e inmediatamente nos trasladaron en el vehículo oficial hasta Pampatar, donde nos asignaron una casa vacacional del conjunto “TRIMAR”, de la señora Trina Miguelina Franco quien nos atendió a las mil maravillas.
El conductor del vehículo nos hizo saber que a pesar de que teníamos audiencia fijada, el gobernador nos solicitaba que lo disculpáramos, pero que en ese momento estaba en una importante reunión y que en la noche se reuniría con nosotros para cenar, conversar y hablar del asunto que nos traía a la isla.
Dicho y hecho, promediando las 7 PM nos llamaron al área del restaurante, que recuerdo era a cielo abierto, donde ya nos esperaba el gobernador para cenar. Fue un encuentro de órdago, conversamos de lo humano y lo divino acerca de El Tigre, el Instituto, las clases y por supuesto de su designación como padrino, la cual nos agradeció, comprometiéndose a sacar tiempo de sus innumerables responsabilidades para venir al acto académico. Palabra que cumplió y vino a entregarnos junto a las autoridades del plantel los títulos de Bachiller Mercantil.
Nos invito a pasar unos días en Margarita y estuvimos una semana, durante nuestra estadía nunca nos desamparó. Teníamos nuestra casa vacacional, los 3 golpes y la visita casi diaria del gobernador, que incluso, nos permitía que el conductor del vehículo oficial nos diera paseos turísticos mientras el atendía reuniones en el restaurante.
Fue un viaje inolvidable. En esos días de su propia boca nos enteramos que era oriundo de Pampatar, hijo del mandinguero Donato Marcano Laborí y doña María del Carmen Acosta que vendía pescado, voceándolo por la calle y visitando casa por casa. Origen bien humilde, pues.
En El Tigre, fue maestro de la escuela de Campo Oficina, sub-director del Grupo Escolar Trujillo; profesor de metodología y educación cívica en el Colegio Divino Maestro y los ya cargos antes mencionados en el Instituto de Comercio “Alberto Carnevali” hasta que fue designado gobernador del Estado Nueva Esparta. Nos decía, hijos, no se preocupen, que una vez que concluya mis responsabilidades al frente del ejecutivo regional vuelvo al Tigre de mis querencias para continuar en las aulas.
No volvió, hace poco falleció en su nativa Margarita, pero dejo el fruto de sus enseñanzas, su don de gente y una estela de discípulos y grandes amigos que lo recordamos con el cariño y el aprecio de siempre.
En estas tierras de Guanipa, el profesor Bernardo Acosta tuvo una larga y dilatada carrera política y gremial, que lo llevó a ocupar los cargos de Vice-presidente de la Federación Venezolana de Maestros, diputado a la Asamblea Legislativa y al Congreso Nacional, Senador suplente, Director de Política del Ejecutivo de Anzoátegui, Secretario General de Gobierno y encargado de la Gobernación. Además, fue Contralor General del estado Nueva Esparta por espacio de 10 años, record del cual hacía gala y que difícilmente alguien pueda siquiera igualar.
Otra cosa inédita que nos contó fue que, aun cuando quiso ser pescador, inició su carrera en la administración pública como portero y bedel hasta llegar a gobernador. También nos decía con mucha gracia que el tenía la edad de la primera cámara fotográfica creada en el mundo, el respirador artificial usado en medicina y la cinta adhesiva. Bueno, murió a los 84 años, saquen la cuenta, pues.
Parafraseando a los chilenos con relación a don Andrés Bello cuando dicen con orgullo que “Don Andrés Bello es un ilustre chileno nacido en Caracas” yo puedo decir sin temor a equívocos que el Prof. Bernardo Acosta fue un ilustre Tígrense nacido en Margarita. Un sabio que puso todo su corazón para irradiar la luz del saber en nuestra querida ciudad.
3 comentarios:
Cheo, saludo tu iniciativa, en reseñar los personajes, de nuestra querida Patria Chica, espero continuar recordando nuestros años pasados en nuestro lar a traves de estas notas.
Adelante, tengo algunas que te hare llegar al tener algun tiempo.
Alexis Medina O.
yury7@cantv.net
Su hermana Luisa herminia, junto con sus sobrinos Nicolas, Maria Luisa y Leonardo han leido este este artìculo con una làgrima y mucho sentimiento al mismo tiempo, mucho orgullo de haber sido familia de un hombre dedicado a sus ideales patrioticos , y un padre ejemplar gente de otros tiempos... te recordaremos siempre. mlpm15772@yahoo.it
En nombre de la Sra. Petra Labori de Acosta mi Madre
En nombre de la Sra. Nancy Sánchez y sus Hijas.
En nombre de mi Tía Melania Acosta y mis Primos
En nombre de mi Esposa y mis Hijas.
En nombre de todos los hombres y mujeres de Pampatar, dado que al reconocer los meritos de uno de sus grandes hijos, es un reconocimiento a este Pueblo, por ser su cuna.
En nombre de Atenaida, Zurilma, Bernardo, Armando, María Eugenia, Carlos y Donato, quienes como bien lo expreso mi padre en su libro “Estampas de mi Puerto” son, cito:
“Siete cerros de mi pueblo, siete baterías de mi pueblo, siete piraguas de mi pueblo, siete lances de esperanza de mi pueblo, siete cardúmenes de mi pueblo, siete corazones, y mas de mi pueblo”.
Fin de la Cita.
Gracias por Siempre Sr. Jose “Cheo” Salazar
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