“Donde truena un hecho, ten la certeza de que ha relampagueado una idea”
Ippolito Nievo (1831-1861)
Escritor italiano.
Ippolito Nievo (1831-1861)
Escritor italiano.
La Casa Nueva Esparta es un feliz hecho. La idea que hizo posible esa esplendorosa y refulgente realidad, surgió de un pequeño grupo de margariteños que periódicamente se reunían en el Abastos “La Primera” de Nicasio Marín. En los primeros días del año 1955, en unas de las tantas tertulias que formaban Acisclo D’llan, Efrén Marín, Agustín Millán, Dionisio González y Julián Villarroel, junto al anfitrión, decidieron motivar, incentivar e incorporar a otros inmigrantes de la isla, para fundar un club social que llevara el nombre de su estado natal. A tal efecto, fueron hasta San Tomé, dónde trabajaban para la trasnacional petrolera, Mene Grande Oil Company, Joaquín Antonio Salcedo Rojas (oficinista), los profesores Isidro Brito Brito y José Elías Villarroel, le expusieron la idea a estos, a los cuales pareció maravillosa y entre ellos decidieron convocar a una reunión preparatoria, la cual se realizó en el local de la Mueblería Aurora, que poseía José Joaquín Rojas, en la calle Girardot. Asistieron 22 margariteños. Crecía el grupo y empezaba a tomar forma la idea y se abría un camino de realizaciones. “Caminante no hay camino se hace camino al andar”, dijo acertadamente el poeta español Antonio Machado Ruiz.
En esa reunión, que se realizó en el mes de octubre de 1955, se nombró un Comité Organizador que integraron: Joaquín Antonio Salcedo Rojas, Acisclo D’llan, Dr. Antonio Prieto Rodríguez, Dionisio González, Baalam Ortega, Agustín Millán, Profesores Isidro Brito Brito, Rafael Bonifacio González, José Elías Díaz Villarroel – el autor del lema que identifica La Casa Nueva Esparta “Una Columna del Hogar Venezolano”, Eufracio “Facho” González a quien llamaban cariñosamente “El Capitán” porque en los carnavales siempre lucía una gorra de capitán marino, Julián Villarroel, Gonzalo Guzmán Lárez y el Dr. Fidel Guzmán. Curiosamente Nicasio Marín y Efrén Marín, los más entusiastas impulsores de la idea, no fueron incluidos en ese primer comité promotor. No hubo añagazas, ni celos. La orden era echar pa’lante. Lo importante era que la idea se fortalecía y tomaba rumbo positivo. Levaba anclas el buque de La Casa Nueva Esparta.
Ese comité organizador y promotor se declaró en reunión permanente y se instalaron provisionalmente en el Hotel Panamerican donde realizaban sus deliberaciones. La tarea urgente e inmediata era ultimar detalles, darle forma a las ideas e ir concretando todo lo referente a la consecución de un local, la redacción de los estatutos, el nombramiento de la directiva y demás exquisiteces filosóficas y doctrinarias necesarias, para organizar y constituir un Club Social y de Servicios, que proyectara en toda la comunidad el gentilicio, la cultura y el orgullo margariteño. El 27 de noviembre de 1955, el Comité convocó una asamblea en la Casa de los Andes, que funcionaba muy cerca dónde hoy, está ubicada la agencia del Banco de Venezuela en la avenida Francisco de Miranda. Único punto de la agenda: elegir la primera directiva de La Casa Nueva Esparta, la cual empezaría a funcionar en un local frente al Hotel Panamerican en la Avenida 5, como en efecto empezó y fue la primera sede de ese prestigioso Club Social y de Servicio. Informada la audiencia del punto a tratar y presentado el informe respectivo, se abrió el debate democrático. Presentan una plancha con un número par de integrantes. Efrén Marín pidió que el número fuese impar para que cumpliera con la normativa parlamentaria y las decisiones en caso de controversias, fuesen aprobadas por mayoría simple y además propuso, que la votación fuese nominal: por nombre y apellido y a mano alzada la votación. Es importante destacar que la dictadura de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, estaba en su apogeo, lo que no fue óbice para que los precursores de La Casa Nueva Esparta reiteraran y practicaran los principios democráticos que poseían. Un ejercicio de democracia y libertad en plena dictadura. La libertad siempre está presente y se impone.
Aprobada la moción por los 131 socios presentes, salieron electos por unanimidad Joaquín Antonio Salcedo Rojas – Presidente, Antonio Prieto Rodríguez – 1er. Vicepresidente, Acisclo D’llan – 2do. Vicepresidente, Isidro Brito Brito – Secretario de Actas y correspondencia, Fidel Guzmán – Adjunto, José Elías Díaz Villarroel – Secretario de Cultura y Propaganda, Efraín Subero – Adjunto, Dionisio González – Tesorero, Gonzalo Guzmán Lárez – Adjunto, Rafael Bonifacio González – Secretario de Deporte y Festejos. En la elección del adjunto a esta última secretaría hubo 2 candidatos: Eufracio González y Efrén Marín que fue propuesto por los socios, los cuales curiosamente no eran margariteños, Miguel Gener y Jerónimo Montes. Votaron, contaron los votos y resultó electo Efrén Marín con 118 votos contra 13 de Eufracio González, luego también eligieron a Agustín Millán – Fiscal y como vocales Baalam Ortega, Ángel Rojas y Julián Villarroel. Tronó el hecho. La idea de La Casa Nueva Esparta era una realidad que llegaba para quedarse y después de la desaparecida Casa de los Andes, convertirse en el 2do. Club Social fundado en el bucólico pueblo de El Tigre. La nave llegó puerto seguro.
Una vez instalada y juramentada la primera directiva, esta inició sus actividades en una sede provisional en la avenida 5 – frente el Hotel Panamerican – más tarde se mudó frente a la Plaza Bolívar en el local dónde hoy funciona Acción Democrática y, a los 2 años alquilaron una casa-quinta en la 8va. carrera c/c 3ra. calle sur, hasta que construyeron su moderno edificio en la calle 15 sur. En ese ínterin, cuando no tenían sede propia, fueron presidentes Joaquín Antonio Salcedo Rojas, que fue el primero y con una duración efímera (27N1955 a F1956) al renunciar y separarse, asumió el primer vocal Baalam Ortega el cual completó el período e inmediatamente fue ratificado un año más en la presidencia, luego fueron electos sucesivamente el Dr. Antonio Caraballo, el Prof. Bernardo Acosta, Antonio Bonillo, Prof. Alfonso Urdaneta, Jesús “Chucho” Aguilera, Brigido González, Guillermo Velásquez, Secundino Vicent, Ramón Velásquez que inició la construcción de la actual sede en un terreno que era municipal y Bernardo González, el cual en los 5 años que ejerció la presidencia con su empeño, constancia, laboriosidad y firme disposición fue adelantando la construcción y logró la culminación total de la moderna edificación de la cual hoy disfrutan con todos los derechos, ya que unos años después, Joaquín Antonio Salcedo Rojas, cuando ejerció la Presidencia Municipal, les otorgó la titularidad del terreno. Estos, de acuerdo a los testimonios de alguno de los fundadores, a los cuales consultamos en nuestro empeño, de acercarnos fiel y exactamente a los hechos, tal cual sucedieron y, distinguir a sus protagonistas, fueron los precursores de La Casa Nueva Esparta. El camino estaba hecho.
Hoy, 8 de septiembre, antes de la misa en honor a la santísima Virgen del Valle, el actual presidente Prof. Alexis Orta, liderará un acto que está incluido en la programación y en el cual rendirán homenaje a los fundadores dónde develaran una placa e inaugurarán una plaza, en La Casa Nueva Esparta, que llevará el nombre de don Bernardo González en quien personificarán, simbolizarán y resumirán a esta pléyade de hombres y mujeres que hicieron posible este maravilloso Club Social y de Servicios. En esta jornada, llevará la palabra el ex presidente y Prof. Alcibiades Lárez, quien disertará acerca de la historia, momentos estelares y anécdotas de los tantos hechos y protagonistas de La Casa Nueva Esparta y la persona del fundador distinguido con el nombre de la plaza. Honores quien honores merecen.
Estamos concientes de que La Casa Nueva Esparta ha hecho y continúa haciendo historia en la ciudad de El Tigre. Empero, por razones de espacio, sólo nos hemos referido en estos humildes destellos a los precursores y fundadores de este prestigioso Club Social y de Servicios y, a los actos centrales de hoy, como un homenaje a los margariteños-tígrenses, en el día de La Patrona del Oriente de Venezuela y la cual es venerada con especial devoción en la Isla de Margarita, de dónde eran y son oriundo esta legión de hombres y mujeres que llegaron para quedarse y al establecerse junto a sus familias en este pueblo, cuando apenas estaba en periodo embrionario, con su trabajo fecundo, honesto y creador, más la intensa actividad social, cultural y deportiva, contribuyeron y contribuyen decisivamente con el desarrollo, crecimiento y consolidación de esta pequeña urbe, la cual, es heredera del rico patrimonio cultural de la isla. Dígalo, como lo repite orgullosamente, Horacio Quijada Rodríguez. “Yo soy margariteño”.
Y para que no quede dudas del orgullo de ser margariteño el popular y recientemente desaparecido físicamente, Luís “Bachiller” González, que nació en Río Caribe y se crió en la isla, en su residencia de La Charneca tenía una epígrafe, que rezaba “Yo soy margariteño y que me pregunten por qué”... Ahora lo saben. ¡Viva la Virgen del Valle!
Esta síntesis histórica de la Casa Nueva Esparta, la hacemos con la firme disposición de contribuir, con nuestro granito de arena, en el fortalecimiento de la memoria histórica colectiva de la comunidad y, la esperanza cierta de que cuando nuestros eximios investigadores, cronistas e historiadores, decidan escribir la verdadera y autentica historia, de nuestra pequeña urbe, incluyan esa institución, sus precursores y fundadores en el disco duro de la memoria histórica de esta ciudad, que nació al calor de la industria petrolera, el 23 de febrero de 1933. ¡Vale la pena!
En esa reunión, que se realizó en el mes de octubre de 1955, se nombró un Comité Organizador que integraron: Joaquín Antonio Salcedo Rojas, Acisclo D’llan, Dr. Antonio Prieto Rodríguez, Dionisio González, Baalam Ortega, Agustín Millán, Profesores Isidro Brito Brito, Rafael Bonifacio González, José Elías Díaz Villarroel – el autor del lema que identifica La Casa Nueva Esparta “Una Columna del Hogar Venezolano”, Eufracio “Facho” González a quien llamaban cariñosamente “El Capitán” porque en los carnavales siempre lucía una gorra de capitán marino, Julián Villarroel, Gonzalo Guzmán Lárez y el Dr. Fidel Guzmán. Curiosamente Nicasio Marín y Efrén Marín, los más entusiastas impulsores de la idea, no fueron incluidos en ese primer comité promotor. No hubo añagazas, ni celos. La orden era echar pa’lante. Lo importante era que la idea se fortalecía y tomaba rumbo positivo. Levaba anclas el buque de La Casa Nueva Esparta.
Ese comité organizador y promotor se declaró en reunión permanente y se instalaron provisionalmente en el Hotel Panamerican donde realizaban sus deliberaciones. La tarea urgente e inmediata era ultimar detalles, darle forma a las ideas e ir concretando todo lo referente a la consecución de un local, la redacción de los estatutos, el nombramiento de la directiva y demás exquisiteces filosóficas y doctrinarias necesarias, para organizar y constituir un Club Social y de Servicios, que proyectara en toda la comunidad el gentilicio, la cultura y el orgullo margariteño. El 27 de noviembre de 1955, el Comité convocó una asamblea en la Casa de los Andes, que funcionaba muy cerca dónde hoy, está ubicada la agencia del Banco de Venezuela en la avenida Francisco de Miranda. Único punto de la agenda: elegir la primera directiva de La Casa Nueva Esparta, la cual empezaría a funcionar en un local frente al Hotel Panamerican en la Avenida 5, como en efecto empezó y fue la primera sede de ese prestigioso Club Social y de Servicio. Informada la audiencia del punto a tratar y presentado el informe respectivo, se abrió el debate democrático. Presentan una plancha con un número par de integrantes. Efrén Marín pidió que el número fuese impar para que cumpliera con la normativa parlamentaria y las decisiones en caso de controversias, fuesen aprobadas por mayoría simple y además propuso, que la votación fuese nominal: por nombre y apellido y a mano alzada la votación. Es importante destacar que la dictadura de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, estaba en su apogeo, lo que no fue óbice para que los precursores de La Casa Nueva Esparta reiteraran y practicaran los principios democráticos que poseían. Un ejercicio de democracia y libertad en plena dictadura. La libertad siempre está presente y se impone.
Aprobada la moción por los 131 socios presentes, salieron electos por unanimidad Joaquín Antonio Salcedo Rojas – Presidente, Antonio Prieto Rodríguez – 1er. Vicepresidente, Acisclo D’llan – 2do. Vicepresidente, Isidro Brito Brito – Secretario de Actas y correspondencia, Fidel Guzmán – Adjunto, José Elías Díaz Villarroel – Secretario de Cultura y Propaganda, Efraín Subero – Adjunto, Dionisio González – Tesorero, Gonzalo Guzmán Lárez – Adjunto, Rafael Bonifacio González – Secretario de Deporte y Festejos. En la elección del adjunto a esta última secretaría hubo 2 candidatos: Eufracio González y Efrén Marín que fue propuesto por los socios, los cuales curiosamente no eran margariteños, Miguel Gener y Jerónimo Montes. Votaron, contaron los votos y resultó electo Efrén Marín con 118 votos contra 13 de Eufracio González, luego también eligieron a Agustín Millán – Fiscal y como vocales Baalam Ortega, Ángel Rojas y Julián Villarroel. Tronó el hecho. La idea de La Casa Nueva Esparta era una realidad que llegaba para quedarse y después de la desaparecida Casa de los Andes, convertirse en el 2do. Club Social fundado en el bucólico pueblo de El Tigre. La nave llegó puerto seguro.
Una vez instalada y juramentada la primera directiva, esta inició sus actividades en una sede provisional en la avenida 5 – frente el Hotel Panamerican – más tarde se mudó frente a la Plaza Bolívar en el local dónde hoy funciona Acción Democrática y, a los 2 años alquilaron una casa-quinta en la 8va. carrera c/c 3ra. calle sur, hasta que construyeron su moderno edificio en la calle 15 sur. En ese ínterin, cuando no tenían sede propia, fueron presidentes Joaquín Antonio Salcedo Rojas, que fue el primero y con una duración efímera (27N1955 a F1956) al renunciar y separarse, asumió el primer vocal Baalam Ortega el cual completó el período e inmediatamente fue ratificado un año más en la presidencia, luego fueron electos sucesivamente el Dr. Antonio Caraballo, el Prof. Bernardo Acosta, Antonio Bonillo, Prof. Alfonso Urdaneta, Jesús “Chucho” Aguilera, Brigido González, Guillermo Velásquez, Secundino Vicent, Ramón Velásquez que inició la construcción de la actual sede en un terreno que era municipal y Bernardo González, el cual en los 5 años que ejerció la presidencia con su empeño, constancia, laboriosidad y firme disposición fue adelantando la construcción y logró la culminación total de la moderna edificación de la cual hoy disfrutan con todos los derechos, ya que unos años después, Joaquín Antonio Salcedo Rojas, cuando ejerció la Presidencia Municipal, les otorgó la titularidad del terreno. Estos, de acuerdo a los testimonios de alguno de los fundadores, a los cuales consultamos en nuestro empeño, de acercarnos fiel y exactamente a los hechos, tal cual sucedieron y, distinguir a sus protagonistas, fueron los precursores de La Casa Nueva Esparta. El camino estaba hecho.
Hoy, 8 de septiembre, antes de la misa en honor a la santísima Virgen del Valle, el actual presidente Prof. Alexis Orta, liderará un acto que está incluido en la programación y en el cual rendirán homenaje a los fundadores dónde develaran una placa e inaugurarán una plaza, en La Casa Nueva Esparta, que llevará el nombre de don Bernardo González en quien personificarán, simbolizarán y resumirán a esta pléyade de hombres y mujeres que hicieron posible este maravilloso Club Social y de Servicios. En esta jornada, llevará la palabra el ex presidente y Prof. Alcibiades Lárez, quien disertará acerca de la historia, momentos estelares y anécdotas de los tantos hechos y protagonistas de La Casa Nueva Esparta y la persona del fundador distinguido con el nombre de la plaza. Honores quien honores merecen.
Estamos concientes de que La Casa Nueva Esparta ha hecho y continúa haciendo historia en la ciudad de El Tigre. Empero, por razones de espacio, sólo nos hemos referido en estos humildes destellos a los precursores y fundadores de este prestigioso Club Social y de Servicios y, a los actos centrales de hoy, como un homenaje a los margariteños-tígrenses, en el día de La Patrona del Oriente de Venezuela y la cual es venerada con especial devoción en la Isla de Margarita, de dónde eran y son oriundo esta legión de hombres y mujeres que llegaron para quedarse y al establecerse junto a sus familias en este pueblo, cuando apenas estaba en periodo embrionario, con su trabajo fecundo, honesto y creador, más la intensa actividad social, cultural y deportiva, contribuyeron y contribuyen decisivamente con el desarrollo, crecimiento y consolidación de esta pequeña urbe, la cual, es heredera del rico patrimonio cultural de la isla. Dígalo, como lo repite orgullosamente, Horacio Quijada Rodríguez. “Yo soy margariteño”.
Y para que no quede dudas del orgullo de ser margariteño el popular y recientemente desaparecido físicamente, Luís “Bachiller” González, que nació en Río Caribe y se crió en la isla, en su residencia de La Charneca tenía una epígrafe, que rezaba “Yo soy margariteño y que me pregunten por qué”... Ahora lo saben. ¡Viva la Virgen del Valle!
Esta síntesis histórica de la Casa Nueva Esparta, la hacemos con la firme disposición de contribuir, con nuestro granito de arena, en el fortalecimiento de la memoria histórica colectiva de la comunidad y, la esperanza cierta de que cuando nuestros eximios investigadores, cronistas e historiadores, decidan escribir la verdadera y autentica historia, de nuestra pequeña urbe, incluyan esa institución, sus precursores y fundadores en el disco duro de la memoria histórica de esta ciudad, que nació al calor de la industria petrolera, el 23 de febrero de 1933. ¡Vale la pena!
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