domingo, julio 15, 2007

Personajes de mi pueblo: Aquilino Meza

Los grandes sucesos dependen
de incidentes pequeños

Demóstenes (385-322 a.C)
Político y orador ateniense.
Los que se instalaron en la Mesa de Guanipa, alrededor de la perforación del pozo petrolero Oficina 1 que se inició en el año 1931, y que fueron edificando sus casas de bahareque y que ya para el 23 de febrero de 1933, cuando el reventón del oro negro, habían constituido un pequeño caserío, obviamente, hay que considerarlos los fundadores de nuestra actual ciudad. En esa dirección hemos venido consultando a parte de esos héroes anónimos que, por haber sido ellos los que tuvieron ese fortuito privilegio, no pueden, ni deben desconocerse graciosa y olímpicamente. Están vivitos, coleando y gracias a Dios poseen una prodigiosa memoria para contar a los interesados y a las nuevas generaciones, la verdadera historia de El Tigre.

Pedro Aquilino Meza García, que vino al mundo el 05 de diciembre de 1919 en el sector El Aguacatal del Caris e hijo de don Pedro Celestino Meza y doña Mercedes García de Meza, es un protagonista y testigo viviente está corta, pero rica historia de la ciudad. No olvida que en el año 1931, cuando se inició el movimiento petrolero en la Mesa que era una sabana abierta y llena de chaparros, venía todas las semanas a vender meriendas a los trabajadores de las primeras cuadrillas que provenían del Caris, Cantaura, Soledad y uno que otro de Ciudad Bolívar. Del Caris, recuerda a Jorge Jiménez, Ramón de Jesús Meza, David Meza, Tadeo Salazar y entre los viejos que, aún cuando vivían en el Caris, venían mucho y reservaron parcelas para construir luego sus casas de bahareques, a Margarito Ramos y Pedro Félix Lira quienes legaron dos prolijas familias a la ciudad al igual que su padre.

Don Pedro Aquilino Meza García, que apenas aprendió a leer y escribir, cuenta que en Boca de los caños, existía una escuelita, la cual era eventualmente atendida por el maestro Luís Beltrán Guevara que procedía de Cantaura y fue quién los instruyó en las primeras letras. No había más opción de estudios y los niños junto a los adultos tenían que fajarse al trabajo del campo, luego, cuando empezaron a perforar el pozo Oficina 1 también aprovechaban para vender meriendas a los trabajadores y, por supuesto, la venta de la cosecha, que seguían comercializando en Cantaura. Nadie continúo estudios y todos devinieron con el tiempo en pequeños productores agropecuarios, honorables padres de familias y hombres de bien. Esa realidad está a la vista y nadie podrá desdibujarla y menos negarla.

En medio de lo chaparrales levantaron bahareques y montaron sus ventas de víveres, comidas bebidas y productos agropecuarios: Carmelita García, Ramón Antonio Sotillo, la popular Nazaria la esposa de Augusto Bermúdez, Simón Morón y su esposa Servanda Sotillo que fueron reubicados porque estaban muy cerca del pozo petrolero y les indemnizaron para construir donde hoy es la calle Rivas. Margarito Ramos, Pedro Félix Lira y Pedro Celestino Meza que venían a vender sus cosechas, Rafael Betancourt que llegó de Cantaura y montó una gallera, Ruperto Calatrava que era comerciante, ejercía el cargo de prefecto, cargo que también, luego ocupó don Simón Morón y detrás de su negocio, construyó dos “Calabozos” con pencas de moriche “Encujados”, o sea, las pencas enterradas paradas y bien tupidas para las paredes y el techo. Eran de alta seguridad, pues para época, los presos regularmente eran borrachos y escandalosos que pasaban placidamente la “pea” en esos ambientes muy frescos.

En una oportunidad y todavía muchacho, Pedro Aquilino Meza, echaba una partidita de “Volteo” o “Viro” que se jugaba con la popular locha, la cual se colocaban en un círculo que se hacía con los dedos de la mano, se golpeaba con una piedra y se apostaba a sello o corona – la locha no tenía impresa la cara de ningún héroe – hubo una acalorada discusión y en medio del altercado, le dio un pescozón a un contrincante, fue hecho preso por don Ruperto Calatrava, junto a un amigo, los metió en uno de esos calabozos “Encujados de moriche” Cuando tenían una hora, veían que el castigo se prolongaba y como ellos consideraban que no era para tanto, optaron por abrir un boquete y se fugaron. Todavía los anda buscando el prefecto, ríe de buena gana don Pedro Aquilino que una vez que fue adquiriendo edad hizo gran amistad con don Ruperto Calatrava.

El 05 de diciembre de 1950 y en medio de su cumpleaños 31, don Pedro Aquilino Meza contrajo nupcias con doña Ángela Custodia Sotillo con la cual procreó 6 hijos a saber: Yosaira Mercedes, Yalilia de Lourdes, José Gregorio, José Aquilino, Yanitza Angélica, y Pedro Aquilino que, por ahora, le han dado la felicidad de contar con 6 nietos y 2 bisnietos que son la alegría de la casa de familia que ahora poseen en el barrio Hernández Pares, barrio del cual también son fundadores. Esos pequeños incidentes, que rememoran nuestros antepasados, dieron pie a este gran suceso que vivimos en el presente, por tanto es de justicia reconocer que El Tigre tuvo en estos héroes anónimos sus verdaderos fundadores. Negarlo es pretender negar que eso sucediera y eso, realmente, sucedió.

Estos testimonios, los recogemos y plasmamos en estas humildes crónicas, con la sana intención de aportar datos históricos, narrados por los propios protagonistas de la fundación de El Tigre, a los efectos, que puedan servir a la elite ilustrada para escribir y narrar la verdadera historia de nuestra pequeña urbe. Son ellos, los que edificaron los primeros bahareques y más nadie, con su honestidad, sinceridad y buena memoria las únicas fuentes validas para conocer nuestro verdadero pasado y corroborar, una vez más, que nuestra ciudad nació al calor de la industria petrolera el 23 de febrero de 1933.
A mis amables lectores de toda Venezuela, doy las gracias, por los mensajes que me envían por teléfono, e-mail, al blog, por las llamadas a mi móvil y comentarios personales, reconociendo esta empírica iniciativa y les aseguró que todas sus recomendaciones serán tomadas en cuenta en la medida de las posibilidades y en el transcurso del tiempo. A todos, un abrazo, mi eterno agradecimiento y les digo, sinceramente, esos halagos, más que enervarme, me comprometen más con ustedes y la historia de mi ciudad.



1 comentario:

jose ruperto calatrava dam dijo...

soy hijo de Ruperto (el Catire) Calatrava Arreaza y doy fe de que mi padre me contó que mi abuelo Ruperto(rupertico)Calatrava Romero casado con Ana Manuela Lourdes (lula)Arreaza Gimon fue el primer Alguacil de El Tigre y era comerciante, tenia una casa de Bahareque donde tenia un horno para panaderia y servia de Botica. mi abuelo andaba siempre a caballo y portaba una lanza y una guarura (caracol)con la cual anunciaba su llegada. Mi papa lo acompañaba con unos burros con carga de mara a venderle carne a los americanos que trabajaban con el petroleo. Mi papa nacio en el año 1917 y murio en mayo del 2007 a la edad de 89 años. Me cuenta mi papa que mi abuelo persiguio y tuvo un encuentro con Arevalo Cedeño para recuperar un caballo que su gente le habia llevado.