martes, diciembre 27, 2011

Personajes de mi pueblo: Anécdotas

Una vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas
Demócrito (460 a.C.-370 a.C.)
Filósofo griego.

Cerca de las fiestas de carnaval, el amigo Pablo Rodríguez La Paz, el popular “Pablo Repuestos”, tomó la decisión de agarrarse unas vacaciones, para bajar los niveles de stress. El exceso de trabajo lo agobiaba y le urgía descansar. Hombre parrandero, cuando tiene unos días libres, regularmente opta, por echarse los tragos. Nada extraño. Empero, el hombre, agarró la vega para potrero. Todos los santos días pegaba. En lo que almorzaba, salía a la calle y se emparrandaba con los amigos. Un día si y otro también.

Los amigos, a los cuales llamaba para invitar a las farras Cipriano Barroso, Henry “Nenerina” Hernández, Ramón Barroso, Edgar Mata, Alirio “El Maracucho” Gutiérrez, el Prof. José Antonio Arias Reyes (+), Hildemaro Rojas, Luís “Culebra” Osorio (+), Florencio “Chencho” Bolívar, Manuel “El Indio” Rodríguez La Paz, Agustín Mierez, Alex Dorlemón (+), Ramón Sotillo, David González, Eli González, Balbino de armas, Lope Salazar, Alberto Perdomo, el poeta Aquiles Ojeda y Héctor “Culebra” Osorio (+), empezaron a notar, la irregular situación, pero nadie, por cautela, le decía nada. El grupo de amigos, preocupados por la inusitada conducta etílica que se instaló en “Pablo Repuestos” – ya no le aguantaban el tren – decidieron echarle el cuento, al Dr. José Horacio Guzmán Requena, quien como buen amigo y, con la autoridad moral que le reconocen todos en el entorno, lo buscó y al encontrarlo, “Pablo Repuestos”, eufórico, lo invitó a un buen escosés. No hay problemas, hermano, nos lo echamos, le dijo Horacio y, aprovecho para hablar algo importante, contigo. Había que romper el hielo.

Al promediar el tercer trago y, a medida que avanzaba la conversación, el Dr. Guzmán Requena, con la prudencia que lo caracteriza, muy circunspecto, le preguntó ¿Pablo tú tienes algún problema? a lo que este respondió un tanto sorprendido. No hermano ¿por qué? Es que los amigos me cuentan que tienes varios días bebiendo sin parar y eso es preocupante. Dime, insiste ¿Tienes algún problema? me cuentas y buscamos resolver, lo único que no tiene solución es la muerte. Dígame hermano que para eso son los amigos. No os preocupéis mi hermano, responde Pablo y suelta una carcajada. No tengo ningún problema, al contrario, estoy bebiendo seguido porque me tome unos días libres en el trabajo y puesto que tengo GANAS, SALUD y BILLETE para pagar, ¿Cuál es el problema? ¡Plop! Horacio cayó como Condorito, sonrió de buena gana, le dio un abrazo y continuaron la parranda. En todo caso, el gesto se agradece, pero ¿Que hombre de trabajo, con problemas, se pone a beber diariamente? Dígalo allí Pablito.


Hay que respetar la Constitución Nacional

Un lunes en la tarde, después de dormir la siesta, mi desaparecido y siempre bien recordado hermano, Miguel Antonio “El Negro” Salazar, se metió una pinta y cuando se disponía a abordar el vehículo, para salir a la calle, lo llamó su esposa Mirian Mercedes y, le interrogó un tanto intrigada ¿Bueno mi amor, dónde vas tú hoy lunes, con esa pinta? El “Negro” Salazar, con la proverbial franqueza, honestidad y seriedad, que lo acompaño hasta el último día de su vida, le respondió: voy a beber con el gerente del Banco Industrial, que está de cumpleaños y me invitó.

Mirian Mercedes sorprendida, ya que su distinguido esposo, era un hombre muy formal, puntual en el trabajo y muy poco afecto a la bebida, exclamó sorprendida ¡Y hoy lunes tú vas a beber! A lo que el “Negro” Salazar, con una pícara sonrisa dibujada en el rostro le comentó. Recuerda que yo soy cliente especial del banco y además un hombre muy respetuoso de la Constitución Nacional y le hizo esta capciosa pregunta ¿Acaso hay un artículo en la Constitución Nacional que prohíba beber los lunes? La esposa más sorprendida y confundida con la pregunta, le respondió: creo que no. Entonces no hay problemas, dijo el “Negro” Salazar. Chao y nos vemos más tarde. Los hijos del Matrimonio, Miguel Alexander, José María e Idalkis, que observaban la cordial conversación, echaron a reír y dijeron. Papá tiene razón. Hay que respetar la Constitución Nacional y no hay prohibición de ese tipo. Pa’ que vos veáis.

Hoy es día de los santos inocentes, ocasión propicia, para la chanza, el chiste y el cuento de buen gusto – aunque hay quienes lo prefieren de mal gusto – en todo caso, las anécdotas alegres que aquí contamos, son verídicas, verificables y las traemos, a final de año a estos destellos, porque una vida sin fiestas es como un jardín sin flores y, lo hacemos también, con la firme aspiración de que, cuando los eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro prolijo y rico pasado y presente, decidan escribir la verdadera y autentica historia de nuestra querida ciudad, que nació al calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, las puedan incluir, junto a los personajes protagonistas de ellas, en el disco duro de nuestra memoria histórica. Todos hijos de El Tigre. ¡Vale la pena! ¡Feliz año nuevo!



Pablo Rodríguez La Paz

Miguel Antonio Salazar

Pablo Rodríguez La Paz

domingo, diciembre 18, 2011

El taladro etílico de Pueblo Ajuro (I)

Quien no ame el vino, las mujeres y las canciones, será un estúpido toda su vida
Martín Lutero (1483 – 1546)
Teólogo alemán que inicio la Reforma protestante.

El taladro etílico, que funciona en la calle 5 de Julio C/C Falcón de Pueblo Ajuro, se mantuvo en actividad durante todo el año. No hubo accidentes laborales, problemas obrero-patronales, el sindicato mantuvo la paz laboral. Nunca falló el suministro de insumos. El único implemento de trabajo es la mascota. Nada de guantes, protector, chíngalas y careta. La bombona que les lanzan, no cae al suelo, tampoco pasa y no hay peligro que perfore una mascota. Esas bichas que usan, son de material blindado. El transporte, para llegar al “Chivo”, no es problema, se trasladan en el carro de Fernando – un ratico a pie y otro caminando – El orden, unidad y confraternidad, en todas las guardias es permanente. El saludo a los transeúntes y conductores es elogioso. A todos tratan de doctor, licenciado e ingeniero. Esa carantoña lleva un mensaje prístino. Ablandarle el corazón para que se baje de la mula con una bombona de Guarico. Hay que suavizar el cabezazo y lograr los aportes con cariño y amabilidad. Más pierde el venado que quien lo tira.

En el año que culmina, la ausencia más notable y sentida, fue la de Argenis Omar Cairo Mendoza (Zamuro), que falleció hace un año exactamente. Era corazón y vida del Taladro Etílico, el único proveedor de alimentación y líder fundador. En este año han fallecido, de muerte natural Pedro Chirinos (Pedrote), José González (La Baba), Emilio Rojas (Bota la Tapa), Luís Ramírez (El Gato), Ángel Cedeño (Polo) y Carlos Julio. En el tiempo que duran las exequias de los fallecidos, todos asisten religiosamente, pero no detienen las actividades. Lo que da vida al “Chivo etílico” es la ingesta de cañandonga por bombonas. Esas conmemoraciones, no son para lamentaciones, al contrario, se convierten en grandes oportunidades, para acrecentar las acciones cañeras. No lloran, beben y cantan con más ganas. El muerto al hoyo.

En el transcurso del año, los han venido visitando, pastores evangélicos, misioneros de la iglesia católica y algunos miembros de la Comunidad Alcohólicos Anónimos. Todos llevan la sana intención, de hacerlos reflexionar, sacarlos del vicio y reinsertarlos en la sociedad. Ellos, siempre se justifican diciendo, que no le hacen mal a nadie, cuidan los vecinos, son trabajadores y prueba de ello, es que matan sus tigritos, resolviendo problemas a la comunidad, Empero, los predicadores insisten. Unos años atrás, lograron que Ángel Rafael García (El Flaco) y el jurisconsulto Arquímedes Evans Guatache (Quimito), se retiraran. Este último, por razones de relaciones laborales tiene que empinar el codo. No pasa la raya. Es ahora es un bebedor social o sea juega para los dos equipos. Llanero que canta y toca alguna ventaja lleva. Este año han pasado a retiro Bladimir Martínez (Bachi), Julio Evans Guatache (Julito), Jairo Mendoza (Plumaje), Yoel Mendoza (Pelúo), Darwin Montero (Balde), José Rodríguez (Chelo), Antonio Centeno (Toñito) y Cristian Daniel (El Gago). Estos ahora, gozan de mejor calidad de vida, semblante, poseen mayor propensión al trabajo y disfrutan mayores condiciones económicas. Antes los reales de la caña no los malgastaban en comida. Ahora los reales de la comida, vestido y medicina, no los malgastan en aguardiente. El orden de los factores, en este caso, sí alteró positivamente, el resultado final. Un paso atrás en la caña y, un buen impulso de sobriedad, para vivir mejor. Nunca es tarde para retomar el rumbo.

Tanto da el agua al cántaro, hasta que lo rompe. Jamás se puede dudar del poder de la palabra. Un miembro de la Comunidad Alcohólicos Anónimos, logró hacer reflexionar a los supervisores de 24 horas, Félix Belisario (Boca de Acure) y a Gustavo Arias (El Cataco). Estos, como buenos líderes democráticos, se comprometieron, incluir en la agenda de la asamblea de fin de año, el tema para su consideración. En la plenaria estaban presentes todos los vivientes, bebientes, dolientes y debientes: Pompilio Mendoza (Mi Chori), Argenis Brizuela (Semilla), Ángel Maestre (Papelillo), David Moreno (Billete), José Chetik (El Yulo), Cruz Manuel Sulbarán (Malcriado) Leonardo Romero (El Brujo), Ramón Fuenmayor (Moncho), Enrique Rojas (Bota), Santos Santaella (Pelo a Pelo), Félix Méndez (Macario), Ramón Freites (Mon), Francisco Morales (El Tigre), Jesús Guillen (Cabeza e’ gato), Jhonny Maestre (Puño e’ diente), Marcos Bohórquez (El Gocho), Jean Carlos (El Pájaro), Omar Yacumare (Zapatero), Miguel Tabata (El Macho), Luís Ojeda (Tabaquito), Ramón Guillen (Casita), Ramón Freites (Llorón), Armando Idrogo (Flaquito) y la secretaria María Solano (La Gata) y los nuevos miembros Antonio Cedeño (Toto), Luís Manuel Freites (Perico), Amado Rojas (Peinado), Pedro Arias (Canaguey), Pedro Salas (Cara e’ Pote) y el novato del año Oscar Jesús Cedeño (Pescao). En ese taladro no hay obreros tercerizados, todos están en nómina, por vía de excepción también estaban invitados los dos chanceros Arturo Salazar (Quebraíto) y José Antonio Lara (Currutaco). Quórum completo y reglamentario. Abierta la sesión, los supervisores hicieron la proposición de inscribirse en Alcohólicos Anónimos, no beber más y cerrar el taladro etílico. Ardió Troya.

La proposición, desató una acalorada discusión. Intervino, Ángel Rafael García, y se colocó como ejemplo. “Salí y mejoré mi calidad de vida, mi hermano Santos Rafael García (Panita), no ha tenido la fuerza de voluntad y vean que desmejora su salud, su relación con los amigos, no viste bien y anda siempre mamando”. Hay que reflexionar. Inmediatamente tomó la palabra el jurisconsulto Arquímedes Evans Guatache y, les solicitó, que siguieran sus pasos, no retirarse del todo. “Beber de vez en cuando y de cuando en vez”. Los asambleístas se veían la cara atónitos. Esto es inconcebible, murmuraban y los ánimos se caldeaban. Los supervisores pedían calma y cordura. Entonces hubo la intervención de David Moreno (Billete) que acabó, con argumentos convincentes, la discusión de un punto tan polémico, controvertido y álgido, que ponía en peligro la continuidad de la institución y la unidad de la masa laboral. Una complicación a la cual había que ponerle coto con urgencia. El río se salía del cauce.

“Billete” expuso en alta e inteligible voz “Aquí las decisiones se toman por consenso y creo que no podemos cometer la imprudencia de retirarnos en este importante, provechoso e histórico mes. Escuchen bien concañeros, todo el año hemos sido unos borrachos públicos y no podemos cometer la imprudencia de sumergirnos en el anonimato, justo por estos días de navidad y año nuevo, fecha en la cual, nadie distingue quien bebe más que quien. Hermanos supervisores, entendemos su buena intención, al incluir en la agenda el tema, pero lo considero improcedente a estas alturas del año, en tal sentido, propongo que esta materia tan delicada, la discutamos el año que viene, después de carnaval o semana santa” Hubo una gran ovación y la proposición salomónica del brillante y convincente orador, se consideró aprobado por aclamación. Que conste en acta secretaria y, a los concañeros, que siga la bebezón, dijeron alborozados los supervisores y cerraron la discusión. Al buen bebedor, en diciembre, bastante caña. Es pecado retirarse en temporada alta.

Este taladro etílico, es una realidad. Funciona debajo de una frondosa mata de mango, todos los santos días del año. Llueva, truene o relampaguee. No los detiene ni la muerte de un colega concañero. En esta fecha adornan el árbol (Ver foto adjunta) con las bombonas de Guarico, que van consumiendo en los primeros días de diciembre, le colocan los adornos, luces navideñas y la parranda, se amplifica, porque hasta un parrandón navideño, integran bajo la impecable dirección del internacional cuatrista Pompilio Mendoza (Mi Chori). Un súper equipo con hígado de hierro, sin real, pero con ganas. ¿Críticas? Les resbalan. No comen comiquitas. Estúpidos a los que no les gusta los tragos, las mujeres y las canciones. Mientras este el insumo principal (Bombonas de Guarico), no hay amargura y tampoco, les preocupa la inflación, la inseguridad, la devaluación de la moneda y mucho menos el movimiento bursátil. Eso lo dejan al liderazgo político, los economistas y, a los que se quieren amargar la vida con esas menudencias e intrascendencia. Gozan la vida sin compararla con la de otros. Viven y dejan vivir.

Estos personajes con sus virtudes (Las tienen) y defectos (también los tienen y bastante), que no le hacen daño a nadie, mas bien favores al que pueden o solicitan sus servicios, forman parte de nuestras historias urbanas y, los traemos a estos destellos, con el firme propósito de que, cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro excelso pasado y rico presente, se decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta ciudad, que nació al calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, los puedan incluir en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!

Mañana 22, el pastor Mauro Guerra, en su empeño por acercarse a ellos, ofrecerles orientación y abrirles el camino del señor, les ofrecerá una cena navideña. Entiende que son duros de convencer, pero el que persevera vence. Están invitados. Nada de gorreros de etiqueta, hay que colaborar con la bombona de Guarico. Que siga la fiesta y ¡Feliz navidad!.

viernes, diciembre 09, 2011

Personajes de mi pueblo: Aníbal Rafael Ladera

Adopte el ritmo de la naturaleza; su secreto es la paciencia
Ralph Waldo Emerson (1803 – 1882)
Ensayista y poeta estadounidense.


Paisano de Jaime Lusinchi, Aníbal Rafael Ladera, nació en Clarines, otrora cuna adeca, el 12 de marzo de 1943. Los padres Francisco Quereigua y Belén Mercedes Ladera, que tuvieron 24 hijos, escogieron como padrino de una de las hembras, al ex Presidente, que la bautizó. Empero, aún cuando todos eran amigos de infancia, el origen humilde, los obligó a emigrar muy chicos. Mientras a Jaime la familia lo llevó a Caracas, nuestro personaje, fue traído a El Tigre, por su hermana Clérida, que había contraído nupcias con Efraín Zaragoza y, fijaban residencia, en la novena carrera sur. En este pueblo, estudio los primeros 3 años, en la escuela Ezequiel Bruzual, ubicada en la cuarta carrera norte y, concluyó la primaria, en el nocturno, que dictaban en la escuela estado Trujillo. Viajó a Barcelona y lo matricularon, en el Liceo Cajigal. No avanzó de primer año, ya que, la necesidad, lo obligó regresar a El Tigre, buscar y ponerse a trabajar muy niño, apenas tenía 12 años, cuando se inició como ayudante de mecánica en un taller que funcionaba, muy cerca de antigua sede de la Inspectoría del Tránsito, en la avenida Francisco de Miranda. Empezaba a echarle ganas a la vida.

Con 3 años de experiencia, volvió a Barcelona, para trabajar en un taller mecánico. Cuando cumplió los 18 años, fue a cumplir el Servicio Militar Obligatorio. 2 años en el batallón de la Marina Antonio José de Sucre de Carúpano, de dónde egresó, con el grado de Cabo Segundo. Una vez de baja, regresó a Barcelona, conoció al Comisario Jefe de la Digepol, Francisco “Pancho” Quereguán (El padre del que fue jefe de la DISIP en El Tigre), quien le dio oportunidad de ingresar al cuerpo. 6 meses duró esa experiencia, ya que, el Dr. Rafael Caldera, al asumir la primera magistratura, reestructuró el cuerpo, le cambió el nombre. Nació la DISIP y quedó cesante. Regresó a El Tigre y reinició sus labores como mecánico, especializándose en la línea de vehículos Renault y Fiat. El que ha sido marinero cuando ve el mar suspira. Abrieron un curso en San Tomé, para enrolarse en la Guardia Nacional y Aníbal que había estado en la milicia, se inscribió, lo aprobó y fue asignado a la Comandancia General de la Guardia Nacional en San Juan de Los Morros. 8 años prestó servicio en la GN, el sueldo era muy bajo, solicitó la baja y regresó a El Tigre, para trabajar de nuevo la mecánica. Vocación y necesidad, no van de la mano.

Entre los talleres del pueblo que desaparecieron Aníbal, trabajó muchos años en el que funcionó, en la Bomba Zulia, ubicada, exactamente, dónde hoy, están instaladas las oficinas de la entidad bancaria FONDOCOMUN. Luego se independizó y fundó, por su cuenta, un taller mecánico, en la calle Principal de Las Delicias, para luego mudarlo, para los locales, del señor Oswaldo Betancourt (+) mejor situados, en la avenida Rotaria, al lado de la Estación de Servicio San Onofre. Esos inmuebles, los heredó la Prof. Elba de Betancourt, quien por muchos años, fue Secretaria Femenina del Partido del Pueblo y, ahora está, disfrutando de su jubilación. En la actualidad, la encargada de velar por esas propiedades, es su hija, Yajaira Betancourt, que labora en el SSO. Aníbal, por cierto, cotizó muy pocos meses al SSO y, por esa razón, no puede optar a la pensión (Aún cuando el Presidente la ofrece en sus largas chácharas) por ello, a pesar de su edad, los quebrantos de salud, que le produce el acido úrico, tiene que echar llaves, para ganarse la vida y sobrevivirle a la dura situación que vive el país, producto de la escasez y el alto costo de la vida. En todo caso, nunca falta un cliente, que salve el día. A nadie le falta Dios.

El que se rodea de buenos vecinos, no necesita familia. Ellos son la mejor familia. Aníbal tiene 3 hijos, tiene tiempo que no los ve. Empero ese vacío, lo llenan sus vecinos, entre los cuales destacan, el señor Asdrúbal Vargas e hijos. Ellos son propietarios de una Tasca, con bodega anexa, muy cerca del taller – Al lado de la muy visitada y concurrida venta de repuestos “La Catira” – En esos negocios, goza de muy buena acogida, le extienden una línea de crédito y, como también, posee excelentes destrezas en el arte culinario, cuando prepara el almuerzo en su taller, nunca deja por fuera a sus amigos. Asdrúbal y sus hijos, Julio y Chicho (La comida, por lo visto, es de calidad, deliciosa y sustanciosa, porque los 3 están gordos y esponjosos). Con mucho cariño, Aníbal, religiosamente, les aparta y lleva, sus suculentas raciones. Amor con amor se paga. Ellos son vecinos, se entienden y comprenden.

Aníbal Rafael Ladera, un hombre paciente, que vive al ritmo de la naturaleza, con su experiencia y habilidades como mecánico, es uno de esos héroes anónimos, de los que tanto abundan en la ciudad y, los cuales con su trabajo, contribuyeron y contribuyen, con el desarrollo integral de la ciudad. Es de los que sacan de un aprieto a muchos vecinos y viajeros. No posee un gran y sofisticado taller, pero trabaja la mecánica en general y matando sus tigritos, le resuelve una urgencia a más de un infartado, porque el automóvil no le funciona, sobre todo, los fines de semana. Los viajeros, que requieren de sus servicios, para poner a tono sus unidades y poder llegar a sus destinos, tienen en Aníbal, un aliado. Una tablita de salvación, pues

Ese trabajo secundario, útil e indispensable, no tiene desperdicio, por eso, consideramos interesante, traer a estos destellos, a un digno representante de esa dura actividad y mencionar, alguno de sus amigos, con la firme aspiración de que, cuando nuestros eximios cronistas, investigadores e historiadores, decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta ciudad, que nació al calor de la industria petrolera, el 23 de febrero de 1933, los incluyan en el disco duro de nuestra memoria histórica ¡Vale la pena!


viernes, diciembre 02, 2011

La polla de caballos

El azar es casi siempre favorable al hombre prudente
Joseph Joubert (1754 – 1824)
Escritor y crítico francés.


La memoria colectiva es frágil, pero latente. Disfrutamos de un archivo riquísimo en el subconsciente. Está en cada uno de los personajes, que integran la comunidad. En ese sentido, podemos afirmar, que la historia de un pueblo es la sumatoria de las historias individuales. Más de 200 mil historias, tiene la ciudad de El Tigre. Arturo Brito, que vivió, conoció, trabajo y formó parte del equipo, que hizo posible que por muchos años existiera en la ciudad, un juego muy popular, cuenta con propiedad, una de esas tantas historias urbanas, que constituyen la memoria colectiva. Es la referida a la Polla de Caballos. Un sistema de apuestas, que fue fundado por Pablo “Pablito” Rivas, en la gráfica de flux, (+) en sociedad con el popular José Isabel “Chabelo” Arismendi y, en cuyo tiempo de funcionamiento, ostentó el cargo de administrador y mano de derecha, del que a los pocos meses, asumió la responsabilidad única del negocio. El siempre bien recordado y solidario “Pablito”. El hombre de la polla.

En esos años era partido de gobierno AD y José Isabel “Chabelo” Arismendi, fue nombrado Secretario de la Prefectura. Cargo incompatible con los juegos ilícitos. Entonces fue llamado a rendibú, por el entonces jefe del partido del pueblo en El Tigre, el Prof. Augusto Enrique Tenorio Meza, quien previamente había sido advertido por el gobernador Pedro Tabata Guzmán de esa incongruente conducta de un funcionario público. No podía asar 2 conejos. La Polla o la Prefectura, le condicionó el jefe político. “Chabelo, ni corto ni perezoso, optó por el cargo de gobierno, con la suerte de que, Emerson Camero, quien era el Prefecto titular, por razones de salud, solicitó permiso indefinido y “Chabelo” terminó el período como Prefecto (e). Esa es otra historia, que dicen tiene muchas aristas e influjos esotéricos. Lo cierto del caso es que concluido el mandato, Camero, gracias a Dios, recupero su plena salud. A buenos entendedores pocas palabras.

La Polla de Caballos fue fundada en el año 1973, a un costo de Bs. 20. En esa primera etapa la jugada contemplaba, las 12 pruebas, de cada tarde de carreras, que para ese entonces, eran sábado y domingo y sólo había en el Hipódromo Nacional La Rinconada. En cada carrera el apostador escogía y anotaba un caballo e iba acumulando puntos, partiendo de la siguiente regla. Primer lugar 5 puntos. Segundo puesto 3 puntos y tercer lugar 1 punto. Al final de la jornada, todos sabían quien o quienes habían sido los felices ganadores. Empero, había que esperar que Ramón Mayorga, encargado de los escrutinios, diera el veredicto oficial y entonces, “Pablito” procedía a pagar los premios. Nunca hubo controversias. Eran reglas y cuentas claras. El primer ganador de la Polla de Caballos y, por suerte, premio único, fue el Prof. Saturnino “Lulo” Franco, que cobró la jugosa cantidad de Bs. 260.000. Una fortuna para la época. Hay quienes afirman que el Profesor Franco, hombre prudente a la hora de jugar, todavía vive de los intereses de ese premio. No es mano suelta, el azar lo favorece y cuida lo que tiene. Duro de matar y bien difícil de dejarse obnubilar con los dateros espontáneos. A la hora de meterle a un caballo, no come fintas. Es un hípico consumado.

En el año 1976, la jugada creció. La Polla de Caballos, adquirió un gran prestigio y traspasó los límites del municipio. Venían apostadores de Ciudad Bolívar, Cantaura, Aragua de Barcelona, Pariaguán, Anaco y la zona norte del estado Anzoátegui. Ante ese gran auge, Pablo Rivas, tomó la decisión de aumentar el costo de la apuesta a Bs. 30 y redujo el número de pruebas a considerar en las apuestas. Incluyó solo las 6 carreras válidas para el 5 y 6. Eso le permitía al receptor, Valentín Rivas y al verificador Prof. Bernardo González, recibir pollas hasta más tarde e incluso le daban oportunidad a Daniel “El Negro” Logan, que recolectaba apuestas, cobrando una comisión, en varios puntos de la ciudad, llegar a tiempo e incluirlas en la jugada oficial. Arturo Brito, que cobraba Bs. 2 por cada polla, recuerda que algunos de los apostadores más notables eran Otto Padrón Guevara, Augusto Enrique Tenorio Meza, Emerson Camero, Ramón Carrasco Mata, Román José Lunar, Asdrúbal Mendoza, Héctor Vásquez, Francisco “Chico” Moreno, Luís “Buzo” Noriega, Esmelín Sarabia, Omar Rojas, Braulio Rafael Martínez Salgado y muchos otros, que para la época estaban de moda en el jet set del mundo político. El autor de estos destellos, muchas veces, sin puntería, tiró la parada en ese popular juego. Hay que probar la suerte, de vez en cuando y de cuando en vez. Más pierde el venado que quien le dispara.

En los inicios del popular sistema de apuestas, “Pablito” Rivas, alquilaba multígrafos y tenía 2 tipiadores, hermana Marcelina Rivas y el primo Dalmiro Rivas, luego adquirió 2 equipos y los colocó en una casa de su propiedad ubicada en La Charneca (Av. Alberto Carnevali C/C callejón Martineau) y contrató más tipiadoras. Entraron en ese rol Mélida Rojas, María, Rosa, Leonarda (Arturito no recuerda sus apellidos) y Aída Franco, entre otras. También, recuerda Arturo “Arturito” Brito, en la otra gráfica, que en principio, del monto de las apuestas, la casa, se quedaba con el 15%, pero como surgieron socios externos, políticos y uniformados (azules y verdes) todos cobraban prote y había que cancelar religiosamente, para mantener la seguridad y un cordón sanitario contra los allanamientos, en el año 1985, la puesta aumento hasta Bs. 50 y el porcentaje de la casa subió, con el consentimiento de los apostadores, al 35%. En todo caso, el 65% a repartir, en los premios que se repartían, eran bien atractivos. El 55% para los primeros y el 10% para los que llegaran de segundos. Regularmente había 1 ganador, pero no era sorpresa que empataran en el primero 2, 3, 4 y hasta 5. En una oportunidad, se presentó un mercado libre y hubo 36 punteros. Cobraron misceláneos. Los más ganadores de la Polla de Caballos, fueron Aquiles Zerpa, el eterno buhonero ambulante, que hoy esta ubicado frente a la farmacia Multiahorro, en la calle Sucre y Pablo “Pablote” Sapienza, el hombre de los camiones de hortalizas. En el 1990, las cosas empezaron a marchar mal y “Pablito” liquido el juego. La presión de los socios externos, cada día crecían y la exigencia de aportes aumentaba. La carga era insoportable y las ganancias, que dejaba a los que trabajaban, eran responsables y se exponían, 2 veces lo atracaron y tuvo que cancelar los premios de su propio peculio, eran exiguas. Cigarrón atora.

En el año 2001, ante la insistencia de muchos apostadores y aficionados a la hípica, “Pablito” volvió por sus fueros y abrió de nuevo el juego. No le fue bien y al mes cerró. Ese popular sistema de apuestas está en el ambiente y José Isabel “Chabelo” Arismendi, que ya tiene 13 años en la oposición y la troja se le pone cada días más alta, anda buscando socios, para reabrirla. Está tirando una tablita de salvación, para ver si mejoran sus finanzas personales, empero, los conocedores de la zona, del contexto político y los niveles de corrupción en los altos niveles oficiales, consideran, que las condiciones no son propicias, para meterse en esas honduras y menos como asociado de un personaje político opositor tan conocido. Es para trabajar para otros y vivir en una eterna zozobra y estado de crispación. “Chabelo” insiste. Uno no sabe si la pega. La peor diligencia es la que no se hace.

Este popular sistema de apuestas, los personajes y sitios que mencionamos en este destello, forman parte de nuestras historias urbanas. En ese sentido estamos seguros de que, cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro egregio y prolijo pasado, decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta ciudad, que nació al calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, los deben incluir, en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!


Pablo Rivas


Arturo Brito