martes, diciembre 27, 2011

Personajes de mi pueblo: Anécdotas

Una vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas
Demócrito (460 a.C.-370 a.C.)
Filósofo griego.

Cerca de las fiestas de carnaval, el amigo Pablo Rodríguez La Paz, el popular “Pablo Repuestos”, tomó la decisión de agarrarse unas vacaciones, para bajar los niveles de stress. El exceso de trabajo lo agobiaba y le urgía descansar. Hombre parrandero, cuando tiene unos días libres, regularmente opta, por echarse los tragos. Nada extraño. Empero, el hombre, agarró la vega para potrero. Todos los santos días pegaba. En lo que almorzaba, salía a la calle y se emparrandaba con los amigos. Un día si y otro también.

Los amigos, a los cuales llamaba para invitar a las farras Cipriano Barroso, Henry “Nenerina” Hernández, Ramón Barroso, Edgar Mata, Alirio “El Maracucho” Gutiérrez, el Prof. José Antonio Arias Reyes (+), Hildemaro Rojas, Luís “Culebra” Osorio (+), Florencio “Chencho” Bolívar, Manuel “El Indio” Rodríguez La Paz, Agustín Mierez, Alex Dorlemón (+), Ramón Sotillo, David González, Eli González, Balbino de armas, Lope Salazar, Alberto Perdomo, el poeta Aquiles Ojeda y Héctor “Culebra” Osorio (+), empezaron a notar, la irregular situación, pero nadie, por cautela, le decía nada. El grupo de amigos, preocupados por la inusitada conducta etílica que se instaló en “Pablo Repuestos” – ya no le aguantaban el tren – decidieron echarle el cuento, al Dr. José Horacio Guzmán Requena, quien como buen amigo y, con la autoridad moral que le reconocen todos en el entorno, lo buscó y al encontrarlo, “Pablo Repuestos”, eufórico, lo invitó a un buen escosés. No hay problemas, hermano, nos lo echamos, le dijo Horacio y, aprovecho para hablar algo importante, contigo. Había que romper el hielo.

Al promediar el tercer trago y, a medida que avanzaba la conversación, el Dr. Guzmán Requena, con la prudencia que lo caracteriza, muy circunspecto, le preguntó ¿Pablo tú tienes algún problema? a lo que este respondió un tanto sorprendido. No hermano ¿por qué? Es que los amigos me cuentan que tienes varios días bebiendo sin parar y eso es preocupante. Dime, insiste ¿Tienes algún problema? me cuentas y buscamos resolver, lo único que no tiene solución es la muerte. Dígame hermano que para eso son los amigos. No os preocupéis mi hermano, responde Pablo y suelta una carcajada. No tengo ningún problema, al contrario, estoy bebiendo seguido porque me tome unos días libres en el trabajo y puesto que tengo GANAS, SALUD y BILLETE para pagar, ¿Cuál es el problema? ¡Plop! Horacio cayó como Condorito, sonrió de buena gana, le dio un abrazo y continuaron la parranda. En todo caso, el gesto se agradece, pero ¿Que hombre de trabajo, con problemas, se pone a beber diariamente? Dígalo allí Pablito.


Hay que respetar la Constitución Nacional

Un lunes en la tarde, después de dormir la siesta, mi desaparecido y siempre bien recordado hermano, Miguel Antonio “El Negro” Salazar, se metió una pinta y cuando se disponía a abordar el vehículo, para salir a la calle, lo llamó su esposa Mirian Mercedes y, le interrogó un tanto intrigada ¿Bueno mi amor, dónde vas tú hoy lunes, con esa pinta? El “Negro” Salazar, con la proverbial franqueza, honestidad y seriedad, que lo acompaño hasta el último día de su vida, le respondió: voy a beber con el gerente del Banco Industrial, que está de cumpleaños y me invitó.

Mirian Mercedes sorprendida, ya que su distinguido esposo, era un hombre muy formal, puntual en el trabajo y muy poco afecto a la bebida, exclamó sorprendida ¡Y hoy lunes tú vas a beber! A lo que el “Negro” Salazar, con una pícara sonrisa dibujada en el rostro le comentó. Recuerda que yo soy cliente especial del banco y además un hombre muy respetuoso de la Constitución Nacional y le hizo esta capciosa pregunta ¿Acaso hay un artículo en la Constitución Nacional que prohíba beber los lunes? La esposa más sorprendida y confundida con la pregunta, le respondió: creo que no. Entonces no hay problemas, dijo el “Negro” Salazar. Chao y nos vemos más tarde. Los hijos del Matrimonio, Miguel Alexander, José María e Idalkis, que observaban la cordial conversación, echaron a reír y dijeron. Papá tiene razón. Hay que respetar la Constitución Nacional y no hay prohibición de ese tipo. Pa’ que vos veáis.

Hoy es día de los santos inocentes, ocasión propicia, para la chanza, el chiste y el cuento de buen gusto – aunque hay quienes lo prefieren de mal gusto – en todo caso, las anécdotas alegres que aquí contamos, son verídicas, verificables y las traemos, a final de año a estos destellos, porque una vida sin fiestas es como un jardín sin flores y, lo hacemos también, con la firme aspiración de que, cuando los eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro prolijo y rico pasado y presente, decidan escribir la verdadera y autentica historia de nuestra querida ciudad, que nació al calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, las puedan incluir, junto a los personajes protagonistas de ellas, en el disco duro de nuestra memoria histórica. Todos hijos de El Tigre. ¡Vale la pena! ¡Feliz año nuevo!



Pablo Rodríguez La Paz

Miguel Antonio Salazar

Pablo Rodríguez La Paz

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