domingo, diciembre 18, 2011

El taladro etílico de Pueblo Ajuro (I)

Quien no ame el vino, las mujeres y las canciones, será un estúpido toda su vida
Martín Lutero (1483 – 1546)
Teólogo alemán que inicio la Reforma protestante.

El taladro etílico, que funciona en la calle 5 de Julio C/C Falcón de Pueblo Ajuro, se mantuvo en actividad durante todo el año. No hubo accidentes laborales, problemas obrero-patronales, el sindicato mantuvo la paz laboral. Nunca falló el suministro de insumos. El único implemento de trabajo es la mascota. Nada de guantes, protector, chíngalas y careta. La bombona que les lanzan, no cae al suelo, tampoco pasa y no hay peligro que perfore una mascota. Esas bichas que usan, son de material blindado. El transporte, para llegar al “Chivo”, no es problema, se trasladan en el carro de Fernando – un ratico a pie y otro caminando – El orden, unidad y confraternidad, en todas las guardias es permanente. El saludo a los transeúntes y conductores es elogioso. A todos tratan de doctor, licenciado e ingeniero. Esa carantoña lleva un mensaje prístino. Ablandarle el corazón para que se baje de la mula con una bombona de Guarico. Hay que suavizar el cabezazo y lograr los aportes con cariño y amabilidad. Más pierde el venado que quien lo tira.

En el año que culmina, la ausencia más notable y sentida, fue la de Argenis Omar Cairo Mendoza (Zamuro), que falleció hace un año exactamente. Era corazón y vida del Taladro Etílico, el único proveedor de alimentación y líder fundador. En este año han fallecido, de muerte natural Pedro Chirinos (Pedrote), José González (La Baba), Emilio Rojas (Bota la Tapa), Luís Ramírez (El Gato), Ángel Cedeño (Polo) y Carlos Julio. En el tiempo que duran las exequias de los fallecidos, todos asisten religiosamente, pero no detienen las actividades. Lo que da vida al “Chivo etílico” es la ingesta de cañandonga por bombonas. Esas conmemoraciones, no son para lamentaciones, al contrario, se convierten en grandes oportunidades, para acrecentar las acciones cañeras. No lloran, beben y cantan con más ganas. El muerto al hoyo.

En el transcurso del año, los han venido visitando, pastores evangélicos, misioneros de la iglesia católica y algunos miembros de la Comunidad Alcohólicos Anónimos. Todos llevan la sana intención, de hacerlos reflexionar, sacarlos del vicio y reinsertarlos en la sociedad. Ellos, siempre se justifican diciendo, que no le hacen mal a nadie, cuidan los vecinos, son trabajadores y prueba de ello, es que matan sus tigritos, resolviendo problemas a la comunidad, Empero, los predicadores insisten. Unos años atrás, lograron que Ángel Rafael García (El Flaco) y el jurisconsulto Arquímedes Evans Guatache (Quimito), se retiraran. Este último, por razones de relaciones laborales tiene que empinar el codo. No pasa la raya. Es ahora es un bebedor social o sea juega para los dos equipos. Llanero que canta y toca alguna ventaja lleva. Este año han pasado a retiro Bladimir Martínez (Bachi), Julio Evans Guatache (Julito), Jairo Mendoza (Plumaje), Yoel Mendoza (Pelúo), Darwin Montero (Balde), José Rodríguez (Chelo), Antonio Centeno (Toñito) y Cristian Daniel (El Gago). Estos ahora, gozan de mejor calidad de vida, semblante, poseen mayor propensión al trabajo y disfrutan mayores condiciones económicas. Antes los reales de la caña no los malgastaban en comida. Ahora los reales de la comida, vestido y medicina, no los malgastan en aguardiente. El orden de los factores, en este caso, sí alteró positivamente, el resultado final. Un paso atrás en la caña y, un buen impulso de sobriedad, para vivir mejor. Nunca es tarde para retomar el rumbo.

Tanto da el agua al cántaro, hasta que lo rompe. Jamás se puede dudar del poder de la palabra. Un miembro de la Comunidad Alcohólicos Anónimos, logró hacer reflexionar a los supervisores de 24 horas, Félix Belisario (Boca de Acure) y a Gustavo Arias (El Cataco). Estos, como buenos líderes democráticos, se comprometieron, incluir en la agenda de la asamblea de fin de año, el tema para su consideración. En la plenaria estaban presentes todos los vivientes, bebientes, dolientes y debientes: Pompilio Mendoza (Mi Chori), Argenis Brizuela (Semilla), Ángel Maestre (Papelillo), David Moreno (Billete), José Chetik (El Yulo), Cruz Manuel Sulbarán (Malcriado) Leonardo Romero (El Brujo), Ramón Fuenmayor (Moncho), Enrique Rojas (Bota), Santos Santaella (Pelo a Pelo), Félix Méndez (Macario), Ramón Freites (Mon), Francisco Morales (El Tigre), Jesús Guillen (Cabeza e’ gato), Jhonny Maestre (Puño e’ diente), Marcos Bohórquez (El Gocho), Jean Carlos (El Pájaro), Omar Yacumare (Zapatero), Miguel Tabata (El Macho), Luís Ojeda (Tabaquito), Ramón Guillen (Casita), Ramón Freites (Llorón), Armando Idrogo (Flaquito) y la secretaria María Solano (La Gata) y los nuevos miembros Antonio Cedeño (Toto), Luís Manuel Freites (Perico), Amado Rojas (Peinado), Pedro Arias (Canaguey), Pedro Salas (Cara e’ Pote) y el novato del año Oscar Jesús Cedeño (Pescao). En ese taladro no hay obreros tercerizados, todos están en nómina, por vía de excepción también estaban invitados los dos chanceros Arturo Salazar (Quebraíto) y José Antonio Lara (Currutaco). Quórum completo y reglamentario. Abierta la sesión, los supervisores hicieron la proposición de inscribirse en Alcohólicos Anónimos, no beber más y cerrar el taladro etílico. Ardió Troya.

La proposición, desató una acalorada discusión. Intervino, Ángel Rafael García, y se colocó como ejemplo. “Salí y mejoré mi calidad de vida, mi hermano Santos Rafael García (Panita), no ha tenido la fuerza de voluntad y vean que desmejora su salud, su relación con los amigos, no viste bien y anda siempre mamando”. Hay que reflexionar. Inmediatamente tomó la palabra el jurisconsulto Arquímedes Evans Guatache y, les solicitó, que siguieran sus pasos, no retirarse del todo. “Beber de vez en cuando y de cuando en vez”. Los asambleístas se veían la cara atónitos. Esto es inconcebible, murmuraban y los ánimos se caldeaban. Los supervisores pedían calma y cordura. Entonces hubo la intervención de David Moreno (Billete) que acabó, con argumentos convincentes, la discusión de un punto tan polémico, controvertido y álgido, que ponía en peligro la continuidad de la institución y la unidad de la masa laboral. Una complicación a la cual había que ponerle coto con urgencia. El río se salía del cauce.

“Billete” expuso en alta e inteligible voz “Aquí las decisiones se toman por consenso y creo que no podemos cometer la imprudencia de retirarnos en este importante, provechoso e histórico mes. Escuchen bien concañeros, todo el año hemos sido unos borrachos públicos y no podemos cometer la imprudencia de sumergirnos en el anonimato, justo por estos días de navidad y año nuevo, fecha en la cual, nadie distingue quien bebe más que quien. Hermanos supervisores, entendemos su buena intención, al incluir en la agenda el tema, pero lo considero improcedente a estas alturas del año, en tal sentido, propongo que esta materia tan delicada, la discutamos el año que viene, después de carnaval o semana santa” Hubo una gran ovación y la proposición salomónica del brillante y convincente orador, se consideró aprobado por aclamación. Que conste en acta secretaria y, a los concañeros, que siga la bebezón, dijeron alborozados los supervisores y cerraron la discusión. Al buen bebedor, en diciembre, bastante caña. Es pecado retirarse en temporada alta.

Este taladro etílico, es una realidad. Funciona debajo de una frondosa mata de mango, todos los santos días del año. Llueva, truene o relampaguee. No los detiene ni la muerte de un colega concañero. En esta fecha adornan el árbol (Ver foto adjunta) con las bombonas de Guarico, que van consumiendo en los primeros días de diciembre, le colocan los adornos, luces navideñas y la parranda, se amplifica, porque hasta un parrandón navideño, integran bajo la impecable dirección del internacional cuatrista Pompilio Mendoza (Mi Chori). Un súper equipo con hígado de hierro, sin real, pero con ganas. ¿Críticas? Les resbalan. No comen comiquitas. Estúpidos a los que no les gusta los tragos, las mujeres y las canciones. Mientras este el insumo principal (Bombonas de Guarico), no hay amargura y tampoco, les preocupa la inflación, la inseguridad, la devaluación de la moneda y mucho menos el movimiento bursátil. Eso lo dejan al liderazgo político, los economistas y, a los que se quieren amargar la vida con esas menudencias e intrascendencia. Gozan la vida sin compararla con la de otros. Viven y dejan vivir.

Estos personajes con sus virtudes (Las tienen) y defectos (también los tienen y bastante), que no le hacen daño a nadie, mas bien favores al que pueden o solicitan sus servicios, forman parte de nuestras historias urbanas y, los traemos a estos destellos, con el firme propósito de que, cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro excelso pasado y rico presente, se decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta ciudad, que nació al calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, los puedan incluir en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!

Mañana 22, el pastor Mauro Guerra, en su empeño por acercarse a ellos, ofrecerles orientación y abrirles el camino del señor, les ofrecerá una cena navideña. Entiende que son duros de convencer, pero el que persevera vence. Están invitados. Nada de gorreros de etiqueta, hay que colaborar con la bombona de Guarico. Que siga la fiesta y ¡Feliz navidad!.

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