viernes, diciembre 31, 2010

Personajes de mi pueblo: Juan Facendo

No se señala el camino mostrándolo con el dedo, sino caminando delante
Proverbio macua (Mozambique)


Uno de los temas más apasionantes es, sin duda, el relacionado con el deporte. En nuestro país se institucionalizó el 6 de enero como la fecha para la conmemoración del “Día del Deporte”. Hablar en el municipio Simón Rodríguez de la actividad deportiva, sin mencionar al Prof. Juan Facendo, es como un amanecer en la ciudad, sin el diario Antorcha. La historia del deporte organizado en El Tigre, tiene el sello indeleble del Prof. Juan Facendo, quien acompañado por el amor de su vida e inseparable compañera Rosa Elvira Torres de Facendo – están a punto de cumplir sus bodas de oro –, fueron los precursores y protagonistas principales, de la gesta heroica, que culminó con un período espectacular del movimiento deportivo liceísta, el cual atrajo la mirada del gentilicio local, estadal, nacional y buena parte del mundo. El epicentro de ese brillante movimiento deportivo anidó en el Liceo Pedro Briceño Méndez. Antes, en El Tigre, lo que se jugaba eran las populares caimaneras. La marcha del progreso en el deporte hizo presencia en la ciudad del oro negro y el orgullo deportivo fue vibrante. Es cuestión de hacer un poco de memoria.

El Prof. Juan Facendo, vino al mundo un 2 de enero de 1935, en la población de Cantaura. Estudio primaria en la escuela Alirio Arreaza de San José de Guanipa, el bachillerato lo obtuvo, después de muchos tropiezos, por libre escolaridad. En el año 1954 se enroló en la Infantería de Marina y lo destacaron 1 año en Maiquetía y otro en Carúpano. Egresó con el grado de cabo primero, pero con la satisfacción de haber desarrollado su vocación, capacidad y habilidades deportivas. Esa destacada actuación en la milicia, le hizo merecedor en los 2 años que estuvo en La Fuerza Armada, del premio “Espíritu deportivo” de forma consecutiva. Una vez de que cumplió el tiempo de su servicio militar obligatorio, no quiso seguir la carrera a la cual tenía oportunidad, pidió la baja y ante esa decisión irrevocable, el oficial riocaribero, Molinas Villegas, del cual era pupilo y amplio conocedor de su potencial en la materia deportiva, le solicitó que viajará al estado Yaracuy para que cubriera una plaza como Prof. de Educación Física, disciplina que se había convertido en materia obligatoria, de acuerdo a la Ley de Educación que fue promulgada en el año 1955. Ni lo consideró, le agradeció el gesto, no aceptó y regresó a El Tigrito dónde la familia había fijado residencia. El tiempo pareciera le dio la razón. El destino le tenía reservado un rol protagónico en esta bella región del sur de Anzoátegui.

En ese tiempo, el único liceo de la zona era el Pedro Briceño Méndez que funcionaba en El Tigre y, como a nadie la falta Dios, un grupo de amigos, dónde destacaban Gilberto Sánchez (Perro pelao), Nicasio Sifontes y Pala e’ bola, con quienes socializaba casi familiarmente, al verlo desempleado y estar al tanto de sus amplias luces deportivas, disciplina y gran responsabilidad, lo recomendaron al entonces director del liceo Pedro Briceño Méndez, el Prof. José Antonio Meléndez, quien le entregó el encargo de la novel cátedra de educación física y deporte.. Esa oportunidad la aprovechó para emplearse a fondo y, demostrar con creces, que cuando se tiene conocimiento de causa, disposición, orden, mística y se cuenta con una cantera virgen de deportistas invisible en el colectivo estudiantil, la tarea no es tan difícil. La idea, es ir perfilando y puliendo a los más competentes, destacados, con probada vocación y espíritu deportivo. En esa masa liceísta encontró un semillero que le permitió construir un imperio deportivo con resonancia nacional e internacional. Un exitoso caza talento, pues.

El Liceo Pedro Briceño Méndez, era relativamente pequeño. Contaba apenas con 8 secciones y el cuerpo profesoral estaba compuesto, entre otros por Jesús López castro, José Eusebio Sierra, Ramón Parejo Gómez, los hermanos Luís y Nelson Chang, Armin Sifontes, Pérez Osuna y José Manuel Coa. La sede eran unas instalaciones muy precarias, ubicadas en la tercera carrera norte, que no contaban con áreas adecuadas para la práctica de la disciplina deportiva. Esa limitación no fue obstáculo para que el joven profesor Juan Facendo, iniciara sus actividades docentes. Improvisó un salón para educación física, una cancha de voleibol en las adyacencias del liceo y se las ingeniaba para que los estudiantes practicaran los deportes de pista y campo en los terrenos que hoy ocupan la Plaza Bolívar. ¿Y el presupuesto para adquirir los útiles deportivos? Misión imposible del presupuesto institucional. Esa necesidad hizo que avivara la creatividad para adelantar un plan. Le solicitó al director José Antonio Meléndez los recursos económicos para la dotación y este le contestó muy circunspecto. “Mi amigo, el dinero con el cual contamos en la institución, es para comprar tiza, papel y no alcanza para peloteos” No hay problemas. Había que entender la estrechez económica. Entonces, Juan le solicitó un oficio, dónde le autorizará en nombre de la institución, solicitar colaboración en la industria, el comercio, clubes sociales y algunas individuales. Le concedió el oficio y, un día salió con un amigo en una pick up vieja de su propiedad y, ¡Sorpresa! en la tarde regresó, para fascinación de propios y extraños, con la cajuela del vehículo full. Una muestra más de que cuando se quiere se puede. Todo inicio es difícil, pero no imposible.

Un año después, un buen día, lo solicitó el Prof. Bartolomé Marín – que como profesor del liceo Pedro Briceño Méndez, había ascendido a supervisor y le notificó, que en Ciudad Bolívar se celebrarían los juegos nacionales Inter liceístas, exhortándolo a que organizara una delegación para que viajara a esas competencias y, displicentemente le dijo: “todas las delegaciones que asistirán son de mucha categoría y con experiencia, pero ustedes deben participar para cumplir con el protocolo y al menos hagan bulto”. El comentario no lo amilanó y procedió a confeccionar equipos en las disciplinas de Atletismo, béisbol, bolas criollas, pin pong, fútbol y voleibol. No tenían como trasladarse y solicitaron la colaboración a “Transporte Boada” que les asignó una unidad para los atletas, cuyo conductor era “El negro Higinio”. Juan, que poseía su vieja pick up Chevrolet, se hizo acompañar por el Prof. Nelson Chang y cómo no tenían credenciales para conducir, invitaron como chofer a Enrique Sánchez (Gusano ‘e leche) que estaba recién llegado de Trinidad and Tobago, dónde había cursado estudios de inglés y viajaron. Llegó la delegación al escenario de los juego y el elíptico bulto se convirtió en una caja de Pandora. La vida te da sorpresas / sorpresas te da la vida. Rubén Blades, dixit.

En la misma tarde ganaron todas las competencias de atletismo. Iniciaban, sin saberlo con esa hazaña primigenia, las glorias deportivas del liceo Pedro Briceño Méndez. El otro día, hizo lo propio el equipo de fútbol, que integraban. Maldonado (Garrote), Serbio Enrique Gómez (El indio), Rafael Gutiérrez (Macizo) Dennis Jiménez (Pechito) en la defensa. Rubén Guevara y Enrique Sánchez (Cabeza e’ bola) en la media cancha y los delanteros Aníbal Velásquez (Planchita), Maglio Morales Dregue, Abigail Velásquez y Nelson Bermúdez (Hueco flojo) que resulto campeón goleador. El portero estrella fue Elpidio Durán y su suplente Luís La Roche Abreu. El bulto, ante la mirada atónita de las delegaciones participantes, continuaba produciendo sorpresas y mucho orgullo estudiantil. El enemigo por muy pequeño o bisoño que sea es temible. Demostrado.

En la tarde el equipo de béisbol, que integraban en la receptoría Cesar Manuel Millán (Rosboro), en la inicial La Pelona Díaz, en la intermedia “El Chino” Campos, en el short stop Franchi, en la esquina caliente el otro “Chino Campos, el jardín izquierdo “El indio Cueche” en el centro Alejo Carbonell y en la pradera derecha el popular Filipudo, continúo la fiesta. Otra sorpresa más. El equipo se anotó la victoria 6 a 0 con una actuación impecable de Saturnino “Lulo” Franco, que se llenó de glorias al lanzar un no hit no run y para coronar la escena, los otros lanzadores Pedro Gómez y Julián Salazar, lanzaron primores y obtuvieron invictos el campeonato. Esos triunfos estimularon a los otros equipos que lucían la camiseta del liceo Pedro Briceño Méndez: en voleibol lograron el segundo lugar, en bolas criollas fueron campeones, en atletismo perdieron una sola prueba, el baloncesto llegó segundo y en pin pong llegaron en el tercer lugar. El bulto del Liceo “Pedro Briceño Méndez fue la indiscutible caja de Pandora. Ese fue el inicio de la época de oro del deporte briceñomendino. Eso no lo discute nadie que conozca la historia deportiva liceísta del municipio. Orgullo deportivo de El Tigre, oriente y Venezuela.

Fue tan espectacular la trascendencia de los triunfos obtenidos por los atletas del liceo Pedro Briceño Méndez, que el supervisor Bartolomé Marín, buscó a Juan Facendo y le preguntó un tanto sorprendido y confundido ¿Indiecito como hiciste ese milagro? A lo que el indiecito le respondió “Profesor yo conozco la disciplina deportiva, no soy docente de escritorio que muestro el camino con el dedo, yo camino delante para señalarlo” Excelente respuesta. Hay que predicar con el ejemplo, adicionaría este humilde escribidor. Esa contundente respuesta no tuvo desperdicio. En el tiempo quedó demostrado que ese exitoso arranque del año 1957, fue el preludio de una brillante, triunfante y destacada actuación que se mantuvo hasta que en el año 1988, cuando por la intermediación del Prof. Eduardo Alfonzo, a la sazón, Presidente de Asociación de Atletismo, Juan Facendo obtuvo su ansiada jubilación. Era el momento del descanso del guerrero y entregar el testigo. En el año 1994, su saludable, enérgica y vigoroso estado físico, fue sacudido por un ACV, el cual prácticamente lo sacó de circulación, pero que no le arrebató su espíritu deportivo, su afición y mucho menos su preocupación por la marcha del deporte en el municipio y sus instalaciones deportivas. El Prof. Juan Facendo, insiste en recordar que el gimnasio cubierto y la pista sintética, son las instalaciones más accesibles a las clases populares. En ese sentido, exhorta a los gobiernos, atletas y personal de mantenimiento, conservarlas en óptimas condiciones, para que el pueblo humilde pueda desarrollar sus potencialidades deportivas. Es un llamado a la conciencia de la propiedad colectiva. Hay que tener sentido de pertenencia. Vamos a cuidar y mantener lo nuestro. Más sabe el indiecito por versado en la materia que por crítico. El que no coge consejos no llega a viejo.

Juan Facendo y su distinguida esposa Rosita, como protagonistas de primera línea de las glorias del deporte briceñomendino y tígrense en general, son ejemplo de juventudes y, desde estos humildes destellos, exaltamos sus figuras, rememoramos sus glorias y recreamos sólo el inicio de esa grandiosa etapa deportiva, que permaneció por mucho tiempo en el liceo Pedro Briceño Méndez y hacemos referencia a algunos de los atletas que hicieron posible esa gesta memorable, como una forma de rendir tributo a los deportistas del municipio, el estado, Venezuela y el mundo, en la antesala a la celebración del día del deporte, que se celebra este miércoles 6 de enero, día de Reyes. Es obvio, desde luego, que también tenemos la firme aspiración de que, cuando nuestros eximios cronistas, investigadores del pasado e historiadores, decidan escribir la verdadera y autentica historia de la ciudad, que nació a al calor del oro negro, los puedan incluir en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!

domingo, diciembre 26, 2010

El taladro etílico de Pueblo Ajuro

El problema con algunas personas es que
cuando no están borrachos están sobrios
William Butler Yeats (1865 – 1939)
Poeta y autor teatral irlandés.


En la calle 5 de julio de Pueblo Ajuro, hay un grupo de personajes, los cuales son “toeros”. Hay albañiles, ayudantes de albañil, plomeros, electricistas, maestros de obras, arenilleros, obreros rasos, pitcher, queches profesionales y uno que otro flojo de profesión. Lo cierto del caso es que, conforman una cofradía etílica muy unida y fraterna. Todos los santos días, llegan con el despuntar del alba y, a medida que avanza el día, unos se retiran porque los contrata algún vecino para un trabajito y van a “matar un tigrito” y, otros abandonan, porque no aguantan el ritmo de la ingesta. Las máquinas, dicen ellos, no les da para más. A los que van abandonando fundidos, los de más aguante que van quedando, le cantan la canción que popularizó Gualberto Ibarreto “A cuerpo cobarde. Cómo se menea. Yo cargo una pea. Que Dios me la guarde”. La tarea es intensa, diaria y de largo aliento. En materia etílica son campeones mundiales.

Este grupo de personajes, tienen una manera muy peculiar de ser felices. La ingesta alcohólica que arrancan desde muy temprano del día, los hace olvidarse del mundo y sus problemas. Ellos no les preocupa la inflación, la inseguridad, el desempleo, la especulación, la devaluación, las expropiaciones, la ley antitalanquera, la pérdida de la autonomía universitaria, los presos políticos, la Ley Habilitante, la inhabilitación de la Asamblea Nacional y mucho menos la paridad cambiaria, pero en su mundo hacen gala de una gran creatividad. En este diciembre, tuvieron la ingeniosa idea de hacer un arbolito de navidad sui géneris. Adornaron el tronco de la mata de mango que les da cobijo con las botellas plásticas vacías del ron Guarico, la bebida espirituosa que consumen y la cual es más blanca que la bandera de Acción democrática, le colocaron una estrella y un juego de luces intermitentes, los cual no deja lugar a dudas del espíritu navideño que embarga sus almas, espíritus y corazones. Una razón más para, alrededor del arbolito, continuar sin pausa la ingesta alcohólica diaria y ahora con más alegría. Llegó la navidad y hay que celebrar. ¡Una guará!, diría un larense.

Es una vida alegre y jubilosa que les permite darle rienda suelta a la creatividad, imaginación y la chanza. Es por eso que a la mata de mango que adornaron como un arbolito de navidad y dónde pasan todos los días del año, libando caña blanquita o lava gallo, lo llaman “El Taladro Etílico” (sólo arranca con caña blanca) y tienen, cómo toda organización que se respete, un organigrama similar a los taladros petroleros. Observemos: El supervisor de 24 horas: Félix Belisario (Boca de Acure), el supervisor de 12 horas: Félix Arias (El Cataco), el perforador: David Moreno (Billete), el encuellador: Ángel Maestre (Papelillo), los 2 cuñeros son: Cruz Manuel Sulbarán (Malcriado) y Nelsón José Altuvez (El Gocho), mecánicos: Santos Rafael García (El Panita) y Euclides Mago (Tiquitiqui), ayudante de mecánica o aceitero: Hermes Ortega (Canguro) el arenillero: Félix Méndez, el guachimán: José Gabriel Yánez Chettik, el Gerente y Supervisor General fue hasta el pasado domingo: Argenis Omar Cairo Mendoza (Zamuro) quien lamentablemente falleció en la madrugada de este 27 de diciembre, dejando un vacío que difícilmente podrá llenar algún otro miembro, ya que era un luchador social nato y preocupado porque todo marchara bien y no se desbordaran las pasiones. Los trabajadores del taladro etílico, están de luto y todos ruegan que Dios lo acoja en su santo seno (Q.E.P.D) Era el álter ego del grupo y fue el ideólogo del arbolito en el taladro etílico. Nosotros desde estos humildes destellos nos unimos al dolor que embarga a la familia Meza por tan irreparable pérdida. Es un equipo completo que además posee un consultor jurídico, del cual me reservo el nombre, porque es un “destiladorcito” y me adelantó, que si mencionaba su nombre, me demandaría. Uy, que miedo. Los retiros del año fueron el jurisconsulto Arquímedes Evans Guatache (Quimito) y Ángel Rafael García (El Flaco) ambos, por ahora, abstemios. Los motores les llegaron a 0.40 y prefieren no forzarlos porque pueden terminar de fundirlos y no hay posibilidad de reparación, ya que esos bloques, aunque son modelos únicos y de la mejor calidad, ya no agarran rectificación, ni en los tornos de don Luís García, los cuales son de última generación y, ante esa imposibilidad tampoco pueden ser encamisados. Más vale prevenir que lamentar.

Cómo en toda organización productiva y atractiva por la caña blanca, no pueden faltar los líderes que se ocupe de las luchas reivindicativas y el orden. Además hay que tener cuidado no se cometan injusticias en cuanto a la colocación, retiro, enganche y reenganche de estos abnegados concañeros. “El Taladro Etílico”, trabaja 24x24. Nunca falta la energía que mueve la maquinaria: El lava gallos. En ese orden de ideas, tienen personal de planta, chanceros y tercerizados. Algún nuevo ingreso es evaluado previamente por los líderes sindicales Jairo Mendoza (Abstemio), Gustavo Marcano, Bladimir Martínez (Bachi) Yoel Mendoza, Alexis Arretureta (Cunaguaro), Ramón Guillen y Pompilio Mendoza (Mi chori), este último además es el cuatrista oficial del conjunto criollo que también poseen. Los demás miembros rasos son: David Moreno, Gustavo Arias, Juan Carlos Méndez, Miguel Tabata Jr., Ramón Fuenmayor, Exmen Guachi (Cóngora), Santos Santaella, Tomás Aguilera, Yovanni Rodríguez, Mariano Carvajal, Antonio Centeno, Marcos Bohórquez, Leonardo Romero, Francisco Morales, Asdrúbal Brizuela, Yin Pérez, Juan Cedeño, Luís Pariz, Armando Idrogo, Eladio Romero, Enrique Lazarde, Esteban Ramírez, Luís Ojeda, Jesús Guillen, Rafael Palacios, Juan Caraballo y Ramón Freites (Mon). En ese selecto grupo de trabajadores etílicos o concañeros las únicas condiciones para ingresar son: no ser homosexual, porque las pasiones se desbordan y rompen la unidad – a todos les gusta la carne e’ gallo –, aportar para la botella, mantener el orden, limpieza e higiene, comportamiento cívico y tener habilidad para tirar un cabezazo de vez en cuando y, de cuando en vez. No hay tribunal disciplinario, pero el que falta a la ética etílica es expulsado sin formula de juicio. El que no le guste ese gobierno etílico que se asile.

Los personajes que conforman “El Taladro Etílico” de Pueblo Ajuro, tienen preferencia exclusiva por la bebida espirituosa seca y blanca de marca Guarico, el cual es elaborado por Industrias “El Carmen, C.A” ubicada en valencia – estado Carabobo y, ellos esperan que esa fidelidad con ese producto etílico, les pueda ser premiada o reconocida en algún momento por la empresa o alguno de sus distribuidores. Algo es algo, peor es nada. Lo merecen, porque no hay dudas de que cualquier reconocimiento, está bien ganado. El esfuerzo que hacen los tiene a punto de quebrar sus menguados bolsillos y correr el grave riesgo de hacer implosionar sus hígados. En Venezuela, difícilmente existe un equipo, club o asociación que consuma diariamente y durante las 24 horas del día más garrafones de Guarico. La prueba más fehaciente, está en la panorámica que recoge la gráfica que acompaña esta crónica y dónde se observan las botellas de 1.75 litros vacías, las cuales sirven de adorno, al arbolito que exhiben en la calle 5 de julio de Pueblo Ajuro. Estos frascos vacíos son de los últimos días, los de los últimos 12 meses fueron al vertedero y todavía quedan ajustaditos al tronco de la mara de mango y hay que colocarle también a las ramas. Imagínense el consumo diario. Le echan ganas los distinguidos trabajadores, chanceros y alguno que otro gorrero del “Taladro Etílico”. Estos personajes con sus virtudes y defectos son una realidad. Pase, vea y parafraseando a don Arturo Salazar, que cuando le solicitan la hora, le enseña el reloj de la muñeca al interesado y le dice: mátese por su vista. Habéis visto tanta amabilidad.

Este humilde destello de fin de año, recoge una vivencia urbana de la ciudad a la vista de todos. Estos hombres hechos y derechos, otros de la tercera edad y algunos jóvenes mitigan las penas producidas por la falta de empleo, ahogándolas con bebidas espirituosas secas y fuertes, lava gallo, pues. Empero son útiles en sus momentos de sobriedad e improductivos cuando están en plena pea. Lo dijo Bolívar: “El ocio es la madre de todos los vicios” y, ese ilustrativo y acertado pensamiento, aplica perfectamente en este caso. ¿En qué puede pensar un desempleado crónico que vive de matar tigritos? Cada quien es arquitecto de su vida. Es una historia urbana que recreamos para que nuestros eximios investigadores, historiadores y cronistas de la ciudad, conozcan de su existencia y, que a pesar de que no todo es color de rosas y, no son el mejor ejemplo a seguir, son una realidad y merecen ser incluidos en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena! Salud y feliz año nuevo. ¡Viva Pueblo Ajuro! y… su concañeros, del taladro etílico, también.






domingo, diciembre 19, 2010

Personajes de mi pueblo: María Antonia Ramírez

Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió,
pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952)
Escritor español.


Es un inmenso placer y gran satisfacción, conversar con los protagonistas de nuestra pequeña, copiosa e interesante historia local. El caso de doña María Antonia Ramírez es excepcional. Nació el 02 de noviembre de 1926 en el caserío Rabanales, parroquia Cachipo, del municipio Aragua de Barcelona en el estado Anzoátegui. En el año 1938, la familia sufrió un accidente dramático. La humilde vivienda dónde residía con sus padres Hipólito Ramírez y Carmen Balbina de Ramírez, se les quemó. Emigraron hasta el Caris y allí contrajo nupcias con Humberto Mejías con el cual procreó 6 hijos: Juan, Ada, América, Marcos (+) Francisco y Alí. Hubo separación y una vez madre soltera, se vino hasta El Tigre en el año 1948, buscando trabajo para mantener la prole, empezó a laborar como ayudante de cocina en el desaparecido Restaurante “Bar Obrero” de la señora Justa Aguilera. Ese negocio funcionó en la parte trasera de lo que, luego fue, el “Bar Mi Balconcito”, que lo construyeron en la parte delantera. Ambos negocios desaparecidos del mapa de la ciudad. Tristes recuerdos de un pasado alegre.

En ese tiempo, cuenta doña María, ese restaurante atendía a las meretrices que trabajaban en los bares “Guanipa” del Gordo Brecheche, “Mi Balconcito” de Ana Beroes, “El bar 73” de María Quintana, “Chumiel” de un maracucho y el “Miami” de Pedro Ribas. En ese negocio, conoció a innumerables personas y una de ellas, la invitó a trabajar en San Felipe, fue por espacio de 3 años y regresó al todavía incipiente pueblo de El Tigre. No poseía vivienda propia y alquiló una pieza en una especie de vecindad, que tenía establecida un señor de nombre Alejandro, exactamente dónde luego, el señor Eduardo Castillo instaló la refresquería en la calle Falcón. En ese sitio, también alquilaban Santiago Rojas, Ramona González y María González y la mamá Emilia González, además tenían residencia allí, Ramón Arraiz y su señora Irma Salazar, Yoel Pino y su esposa Carmen Salazar de Pino, todos fueron posteriormente fundadores de Barrio Ajuro. Desde La Florida, hasta los callejones Falcón dónde estaba esa residencia, llegaba el área urbana del pueblo y los terrenos que seguían se veían aprovechables para una futura expansión, pero eran reservas de las petroleras. Zonas prohibidas para la construcción de viviendas. Es en ese escenario que se plantea la batalla de vecinos vs. gobiernos. Es la lucha victoriosa, que dio nacimiento a Pueblo Ajuro.

Una vez que llegó a El Tigre de nuevo, doña María Antonia Ramírez, fue empleada por la señora Carmen Oliveros que poseía una especie de cantina para atender la demanda de la escuela “La Florida” que funcionó por muchos años en una especie de vecindad ubicada entre la Casa del Pueblo y la bodega La Florida. Elaboraban hallaca, arepas, empanadas y alguna que otra comida por encargo. El Dr. Atilio Mazzarri que se había casado con una hija de la señora Carmen Oliveros se fue a trabajar para Anaco y la contrató para el trabajo doméstico dónde sirvió de nodriza de los hijos del matrimonio. Una vez que regresaron al pueblo, alquiló una habitación en la vecindad del señor Francisco Zubillaga en todo el frente de la anterior y esquina con la casa del señor Asterio Rodríguez (Hoy residencias Nilsa) Es en ese entonces cuando deciden dar la batalla para que les permitieran construir sus propios bahareques. Fue una batalla de resistencia. Los vecinos construían en la noche y la tenebrosa Seguridad Nacional los destruía durante el día. Con el tiempo la férrea voluntad del pueblo se impuso ajuro y nació “Barrio Ajuro” Un nombre muy bien ganado y bien guerreado.

La temeridad, tenacidad e insistencia de los invasores, hizo ceder a la sanguinaria dictadura, les permitió construir hasta dónde hoy es la calle 5 de Julio. Estaban fundando el sector que ahora se conoce como Pueblo Ajuro – la señora María para construir su humilde vivienda contó con el apoyo del señor Zubillaga que le suministró algunos materiales y don Ramón Antonio Sotillo de la bodega conocida como “Casa Sotillo” de la calle Ribas, que le regaló las laminas de zinc. En su incansable trajinar por la vida, doña María trabajó de camarera en el Hotel Caribe como ayudante de cocina; en el Bar, Restaurante y Cervecería California y, luego fue contratada para el trabajo doméstico por Juan y Rosita Facendo, a los cuales acompañó por espacio de 15 años, hasta que los rigores del tiempo y la intensa actividad laboral no le permitieron continuar. Hace aproximadamente 8 años pasó al retiro. Es diabética, perdió la vista, pero goza de buena salud y gracias a Dios y la Virgen del Valle, recibe la atención, cariño y amor de sus hijos, más de 50 nietos, 10 tataranietos y unos colaterales. La familia continúa creciendo. El que siembra cosecha.

Pueblo Ajuro cuenta entre sus fundadores con los personajes antes nombrados y además podemos mencionar entre otros a Tomasa Arreaza, Maximiliano Meza, Teobaldo Salazar, Manolo Hidalgo, Carmita Manzanares, Jesús Piñero, Ramona Mota, Josefa de González la popular “Pancha Barreto”, Ana Velásquez, Ana Farfán, Germán Barreto, Juana y Emilio Castrillo, Antonio Lara, María Indalecia Rojas, Juan Villarroel, Alicia Quijada, María Ortega, Manuel “El sastre” Gamboa, María Cleotilde, Roger Subero, María Álvarez, Jesús “Chuito” Marcano, María Lucinda, el barbero Juan “Chorizo” Arreaza, que no tenía bombita de agua y una vez que le cortaba el cabello a los clientes les regaba el cuello cogiendo buches y les decía “cierre lo ojos que el agua e’ colonia pica”, Germán “El gordo” Gamboa, Petra Castillo, Ramón “El renco” Figuera, Donata Figuera, María “La Negra” Mendoza, Luís Perdomo, Narcisa Rodríguez, Marcial Bolívar, Jesús Guerra Tayupo, Pedro Marín, Aparicia de Marín, Josefina Salazar, Mercedes Guerra, Nareisa de Rodríguez, Roso González, Eliseo Evans, Victoria Azócar, Francisco Quijada, Pedro Lara, José María Lira, Anastelia Salazar, Blacina Salazar, Fabián Salazar que compró una pick up Ford, el cual cuando llegaba del campo, la metía por el patio le sacaba los 4 cauchos y la dejaba reposar para que la “bicha” descansara, Margarito Ramos, el último hombre en mula que llagaba del campo a su casa en la calle Falcón y su esposa Graciela Soto, Facundo “Bigote e’ lapa” Freites, Martín “El chichero” Campos, que a pesar de ser padre soltero educó a sus 3 hijas y son educadoras, Pedro “Catire” Meza, Antonio “Toñito” Gamboa, don Julio Rodríguez el hombre de las inyecciones, Bartolo Cubero el cual era el albañil del vecindario, Anita García, Mercedes García de Meza, Ana María Meza, Venancio Evans, Benigno Piñero y su señora “La negra”, Nicolás Hernández, Francisco “Pancho” Hernández, Mercedes Bolívar, Rafael Gutiérrez, Angelina Millán, Sotera Romero, El maestro Ramón Silva “Ramón silva, pero no canta” que luego se mudó a Ciudad Bolívar, Pedro “El Indio Carias”, Egipcia Morillo, Tomás Mudarra, Santiago Rojas que era el hombre que santiguaba a los niños y era especialista en vahear a las culebras, Margarita de Rojas, Celestina de González, María “La negra” Mendoza, Gregoria “Goya” Montero, Ángel Ramón Morillo, Carmen Bastardo, Gregoria “Goya” Arretureta, Alfonso González que por muchos años mantuvo una columna en el diario Antorcha titulada “Camino de los Leones” David Sulbarán, Juan Moreno, Rosalía Meza, Natividad Colón, José Anselmo “El viejo” Abreu, Luz Mogollón, María Zamora, Rafael Celestino “El Musiú” Abreu, Ana Celestina Mendoza, Pedro Celestino “Tino” Meza García y muchos más que escapan a mi memoria. Ellos son los protagonistas de la pequeña historia urbana de Pueblo Ajuro.

La señora María Antonia Ramírez, su distinguida y abundante familia, las personas que mencionamos en estos humildes destellos, fueron los fundadores de “Barrio Ajuro”, el cual en la actualidad, se conoce como “Pueblo Ajuro”. Ellos, cada uno en sus labores y quehaceres cotidianos, contribuyeron y contribuyen al engrandecimiento, crecimiento, desarrollo y progreso de la ciudad que nació al calor del ORO NEGRO, un 23 de febrero de 1933 y, los cuales sin exclusión, deberían ser considerados para ser incorporados al disco duro de nuestra excelsa memoria histórica, cuando los eximios investigadores, historiadores, escritores y cronistas decidan escribir la verdadera y autentica historia de El Tigre. Ellos también son fundadores, hasta ahora anónimos e injustamente ignorados, por quienes han escrito una parte de nuestro pasado. Es bueno investigar para saber con exactitud que fue lo que realmente sucedió y los indiscutibles protagonistas de los hechos. ¡Vale la pena! ¡Feliz Navidad!



viernes, diciembre 10, 2010

Personajes de mi pueblo: Anécdotas

El día peor empleado es aquél en que no se ha reído
Sébastien-Roch Nicolás Chamfort (1740-1794)
Escritor francés.


ESPERANZA ACTIVA

En la época que era aficionado al juego del 5 y 6, me sucedió una anécdota con mi compadre el Lic. Héctor Enrique Cordero. Un sábado en la tarde, lo paso buscando por su casa para asistir a un acto social al cual habíamos sido previamente invitados. Le dije: compadre, antes de llegar al bonche, me permite un segundo que voy a elaborar y sellar un cuadrito de caballos en el sellado que funciona en el bar Bohemia allí, había trabajado muchos años y el cual todavía estaba bajo la conducción de mi hermano Edgar Salazar como sellador oficial. No hay problema, me dijo. Llegamos al sitio, compre el formulario que valía un bolívar, procedí a rellenarlo con mis caballos seleccionados, me sellaron, cancele y nos retiramos. Cuando abordamos el vehículo, el compadre Héctor me dice: Compadre yo no pierdo las esperanzas de pegar un cuadro con 6 y que sea el único. Sorprendido le respondo. Mi compadre y como lo piensa pegar un cuadro con 6 si usted no juega. Muy circunspecto me contestó con esta perla: bueno mi compadre ¿Y cual es la suerte? Hay que encontrárselo selladito y todo con los 6 ganadores. Le conteste: compadre eso no es suerte, lo que usted aspira es un milagro y como aún ocurren milagros no le quito la fe. Nos reímos a carcajadas de la ocurrencia, pero uno nunca sabe y creo que el Lic. Héctor Enrique Cordero todavía tiene la fe puesta en ese milagro. Es lo que llaman la esperanza activa. Nunca olvidéis que la fe mueve montañas. Amanecerá y veremos.

RECORD MUNDIAL

En la época de oro de los Criollos de El Tigre BBC, tres receptores estrellas que jugaban con esa divisa impusieron un record mundial. Edgar Brito, Alberto Brazón y el flaco Rafael Espinosa, fueron los protagonistas de la hazaña. El manager del momento Eustoquio “Bigote” López, los rotaba en la receptoría, con la intención de darles chance a los 3 y tuviesen la oportunidad de desarrollarse y demostrar su calidad. En ese ínterin ocurrió lo increíble. El anotador Pascual Marín, casi al final de campeonato, llamó al manager “Bigote” López y le dijo. Mire hermano, nosotros los anotadores somos muy acuciosos con los numeritos y en una reunión que tuvimos mi persona, Luís Millán y la señora Iraida de Mazzanti en nuestra condición de anotadores oficiales, nos hemos percatado que los 3 catcher del equipo Criollos colectivamente, han batido un record mundial. Hemos revisado hasta en el libro record de Guinness y nunca ha sucedido algo ni siquiera parecido. “Bigote” emocionado, le preguntó ¿Y cual record? Pascual Marín le respondió: no es para celebrar, pero record es record y si es mundial tiene mucha más relevancia. Entre los 3 llevan 87 turnos al bate y no han dado un hit. Es para coger palco.

EMPRESARIO JOVEN

Amado “Manota” Maestre, se autocalifica el empresario más joven que ha tenido la ciudad. En la época de oro de los “Criollos de El Tigre BBC”. En todos los juegos había que contratarle los servicios para encender las luminarias, colocar los números en la pizarra y encender las luces que indicaban bolas y strike. En total cobraba Bs. 10 y tenía 2 obreros a su servicio. Era una empresa personal la cual tenía un dominio total sobre la parte eléctrica del estadio Alejandro “Patón” Carrasquel. En una oportunidad, estando el que suscribe, en la dirección del equipo, me aumentó de un solo tirón a Bs. 20 la jornada, lo consideré muy elevado y, me dispuse a buscar entre los fanáticos y jugadores, voluntarios para llevar los números hasta la pizarra, los fuese colocando y otro que encendiera las luminarias y las luces que indicaban las bolas y los strike. Me dijo, muy fresco “No hay problema” y se sentó en la tribuna muy tranquilo ¡Sorpresa! Se perdieron los números y no había forma de que funcionara la electricidad. A la media hora, para que pudiesen empezar los calentamientos y el estadio no se quedara en tinieblas ahuyentando la fanaticada, hubo que rogarle, pagarle lo que exigía y todo volvió a la normalidad como por arte de magia. En el momento que procedí a cancelarle me dijo. “No pertenezco a FEDECAMARAS, pero soy un empresario exitoso que genera empleo, tengo dos obreros y el costo de la vida aumento. Eso hay que compensarlo. ¡Perdón, por Los Panchos! No hay dudas de que “El que inventó el cacho, le inventó la vuelta”

VIVEZA CRIOLLA

En una oportunidad, Gonzalo “El Negro Dulcero” López, le sacó fiada una olla mondonguera a un vendedor ambulante. El hombre pasaba religiosamente los viernes en la mañana cobrando la pequeña cuota correspondiente y nunca ¿coincidía? con Gonzalo. Los chismosos le dijeron que este se le escondía. El buen hombre, no lo creyó de entrada – hay que creer en la buena fe, la mala hay que probarla – pasaron varias semanas y nada que daba con el escurridizo cliente. Un sábado, cuenta Amado “Manota” Maestre, el “Negro Dulcero” lo invitó a una mondongada y mientras prendían el fogón, él fue a comprar unas gélidas. En el camino, se encontró al vendedor que venía enfurecido con un filoso cuchillo en la mano y le dijo “Mire amigo, usted acaba de salir de la casa de ese negro tramposo y no me diga que no está porque yo sé que está allí. Hoy es el día que me paga o lo acuchillo” “Manota” no podía avisarle, guardo silencio y siguió, compró las frías y regresó sigilosamente pensando que encontraría una tragedia ¡Sorpresa! El vendedor conversaba animadamente con “El Negro Dulcero” que pelaba la verdura con el cuchillo de este y cuando vio a “Manota” le dijo. “Te presentó al amigo que le debo la olla y me acaba de salvar, me fío este cuchillo que me hacía bastante falta y no encontraba como pelar la verdura y picar el mondongo” ¿Qué tal? “Manota” se quedó maravillado y dijo para sus adentros “ y después dicen que el único avispado soy yo”

OCURRENCIAS

Don José Victorio Coronado, quien por muchos años fue Celador Oficial del Cementerio General de El Tigre, siempre tenía a flor de labios algunas ocurrencias que llevaban una gran carga de sabiduría e ironía. En muchas oportunidades me repetía “Mire amigo Cheo, la vaina no es morirse, sino pensar los años que uno va a pasar muerto, quizá por eso nadie quiere pasar a eso que llaman mejor vida” y otras veces cuando la gente sorprendida pedía confirmación acerca de la muerte de algún amigo en común. Lo corroboraba y me comentaba “Ay amigo Cheo, hay que cuidarse porque se está muriendo gente que nunca se había muerto”… El Prof. José Antonio Arias Reyes asistía a los velorios de algún conocido siempre y cuando se enterara del fallecimiento con tiempo y pudiese ir en la mañana. Después de almuerzo su agenda etílica no le permitía moverse del Club House. En más de una oportunidad, me llamó para que los pasara buscando e ir juntos. Llegaba, daba el pésame, conversaba con los amigos presentes, ponía rostro de cariacontecido y en un tiempo prudencial que nunca excedió la media hora, miraba el reloj de reojo y me decía en voz baja. “Vámonos que se terminó este concurso de cara” A buen entendedor pocas palabras… En otras oportunidades cuando llegaba alguien que había pasado tiempo fuera de la ciudad y le preguntaba acerca del fallecimiento de algún amigo que él conociera perfectamente, lo confirmaba con la siguiente frase “Es cierto murió personalmente y por primera y única vez” Más claro no canta un gallo… Llegan Pablo “Chichí” Valor y Henry “Nenerina” Hernández al bar restaurante “La Peña” y los recibe su propietario José “Pepe” Peña Morales un tanto sorprendido y les dice “Caramba tenían tiempo que no venían por allí, ¡Bienvenidos!” Bueno, hermano es que ya entramos en la tercera edad y, pagamos medio pasaje, media entrada al cine y esperamos que aquí nos cobren la cerveza a mitad de precio ¡Pamplinas! queda estupefacto “Pepe” y al salir del asombro, les responde “Bueno como son viejos amigos, les puedo hacer un ajuste, pero no a esos extremos. Inocentes los chicos.



sábado, diciembre 04, 2010

Las ventas de chicharrones y frituras

La perfecta hora de comer es, para el rico,
cuando tiene ganas; y para el pobre, cuando tiene con qué
Luís Vélez de Guevara (1759-1644)
Novelista y dramaturgo español.


Indiscutiblemente que la fritura de cochino muy exquisita. Hay que reconocerlo y, aún cuando la gente reniegue, una vez que la ha degustado con fruición, expresando que es uno de los alimentos más dañinos para la salud, difícilmente se puede eludir. La tentación es irresistible. En todo caso cuando se consume con conciencia y no se abusa, es un platillo muy nutritivo y, que por su bajo costo y sabrosura, se convierte en la salvación de muchos humildes comensales para iniciar o concluir un fin de semana. Es un excelente desayuno que remedia buena parte del día. Una suculenta ración de chicharrón y fritos, como se le conoce popularmente, con bollos, arepas “con pelo o sin pelo” es una atractiva opción, la cual siempre está presente, para solventar alimenticiamente cualquier mañana. Es un resuelve a bajo costo.

Don Bacilio Eliseo Gómez, si mis investigaciones no fallan, fue el que inició ese negocio en los mercados de la ciudad. El periodista Juan Martínez lo llamaba “El zar de los chicharrones”. Fue tanta la fama y el prestigio adquirido en esas lides, que sus casas de familia en la 4ta. carrera norte Nº 205 y antes en la 2da. carrera detrás de la clínica Santa Rosa dónde vivió por primera vez, se convirtieron en la referencia obligada cuando se trataba todo lo relacionado con los productos derivados de los porcinos. Hombre humilde, trabajador y persistente, también montó una bodega y poseyó una pick up de color verde que acondicionó para distribuir y vender la carne y las frituras de cochino a domicilio y los mercados, pero cuando el vehículo, por alguna razón, tenía un desperfecto, se las ingeniaba para estar en su puesto de trabajo en el mercado y atender a su nutrida clientela. Fue una vida dedicada a esa actividad y con la cual levantó una numerosa y honorable familia en la cual abundan los profesionales, los músicos y para que no se pierda la tradición, algunos se mantienen firmes en la venta de frituras. Ellos conocen bien el negocio.

Hace 5 años, don Bacilio Eliseo Gómez falleció en plena faena (Le sobrevino un infarto estando en el mercado campesino) le sobrevive su distinguida señora Vintila Lista de Gómez, con la cual llegó al incipiente pueblo de El Tigre desde Irapa, estado sucre hace 60 años. Venían a probar suerte, el hombre logró empleo temporal en una contratista petrolera y con los ahorros y las prestaciones sociales que le cancelaron, compró la pick up verde e incursionó en la venta de carne de vacuno y la de porcino. Con esta última especie no tenía desperdicio. Aprovechaba el cuero para los chicharrones y las vísceras para las frituras. Esa actividad comercial, le permitió formar, repito una honorable familia de nueve hijos e innumerables nietos y bisnietos. Sus descendientes directos son: Eliseo Antonio que es comerciante, mecánico y músico. Teresa de Jesús que obtuvo la licenciatura como visitadora social y es excelente cantante, lo que le ha permitido participar con las chicas del CAN y Oscar de León que siempre la presenta como hermana. Hernán Gonzalo es trabajador petrolero, Pedro Miguel Mecánico, Edde Concepción mantiene la tradición de las ricas frituras, Consuelo es Licenciada en Contaduría, Nubia Simona es Maestra, Zeila Matilde es profesional del derecho y Jaime Rumualdo el popular “Negrín” es otorrinolaringólogo y cantante del grupo musical que posee la familia. Un clan polifacético que ha contribuido y contribuye al desarrollo, progreso y consolidación de nuestra ciudad desde diferentes aristas.

Estando Don Bacilio Eliseo Gómez en plena actividad, incursionaron en la actividad otros vecinos que todavía mantienen la tradición. En la actualidad, la señora Carmen de Linero, en el mercado municipal está firme y es un punto de encuentro fijo para los que no abandonan la costumbre de desayunar con los ricos chicharrones y la variedad de frituras. Esa actividad la heredó hace 40 años, cuando un hermano Bernardo Jesús Alexis junto a su mamá Juana Miratríos, iniciaron el negocio en el mercado de la calle Guevara Rojas. El hermano murió y ella continúo al lado de la vieja. Nadie es eterno en el mundo y la doña también desapreció físicamente y ahora Carmen, se encarga de la venta de frituras, chicharrones, bollos aderezados con chicharrón y manteca de cochino por litros en el mercado de la calle Miranda. Es la negra de la pick up verde. Inconfundible.

En el mercado de Pueblo Nuevo Norte, Roso Medina al lado de su esposa Carmen Camacho, atienden la clientela adicta a las frituras y los chicharrones. Poseen 4 hijos y 9 nietos. Este matrimonio tiene 30 años en la actividad, la cual, no es fácil. Hay que adquirir el “vario” de cochino (El vario es la cabeza, vísceras, las patas y el cuero con todo el tocino) Eso hay que separarlo, limpiarlo y prepararlo para luego llevarlo al mercado. El proceso se inicia con la adquisición y traslado hasta la casa, a las 10 AM aproximadamente empiezan los preparativos hasta bien entrada la noche, para en la mañana, tempranito estar en el mercado, atendiendo a los comensales. Hay 2 tipos de chicharrón. El de carnita y grasita y el de cuerito que se cuece doradito y crujiente. También preparan bollos y arepas con chicharrón y las normales (con pelos) y peladas. En algunos casos el tocino del cochino, lo adquieren mediante pedidos exclusivos a las grandes cochineras que están en tejerías estado Aragua y que distribuyen algunos camiones refrigerados en la zona sur. En el proceso no se pierde nada, salvo que un apagón de los muy frecuentes dañe la mercancía, ya que también sacan la manteca que venden a precio solidario. Es un arte culinario que está al alcance de todos, ¡Bueno! En este mes el precio de la carne de cerdo aumenta, pero las frituras no. Es una opción para no dejar perder la tradición. Agarrando aunque sea fallo.

En los 30 años que tiene Roso Medina y su esposa trabajando con los “vario” de cochino, no han estado exentos del feroz ataque del hampa. Les han robado 2 vehículos, la última fue una Bronco que dejaron, como de costumbre, en las afueras del mercado de Pueblo Nuevo norte, entraron a trabajar y cuando salieron los habían dejado con los ojos claros y sin vista. La delincuencia es una calamidad para la gente trabajadora. Tanto esfuerzo y cuando empiezan las cosas a enderezarse, llegan los amigos de lo ajeno y los dejan en la calle. Increíble “Cachicamos trabajando pa’ lapa”. Una desgracia.

Estos personajes con su trabajo, esfuerzo, dedicación, empeño, constancia y proverbial buen humor, le alegran las mañanas, fundamentalmente los fines de semana, a muchos pobres que siempre tienen con qué y algunos ricos que son amantes y adictos a las frituras de cerdo y muchas veces les dan ganas de romper las tormentosas dietas. Los vendedores de chicharrón y frituras, forman parte de las historias urbanas de nuestro pueblo, han trabajado y trabajan dignamente para acrecentar también las tradiciones y, desde estos humildes destellos, los destacamos porque son gente laboriosa y de bien, que han contribuido y contribuyen con su pequeño negocio de comida al desarrollo integral del pueblo. Ellos logran, haciendo un gran esfuerzo diario, el engrandecimiento de la tradición del arte culinario popular en esta ciudad, que nació al calor de la industria petrolera el 23 de febrero de 1933 y, los cuales merecen, cuando nuestros eximios investigadores, historiadores, escritores y cronistas decidan escribir la verdadera y autentica historia de nuestro pueblo, ser incluidos en el disco duro de nuestra memoria histórica ¡Vale la pena!