viernes, diciembre 10, 2010

Personajes de mi pueblo: Anécdotas

El día peor empleado es aquél en que no se ha reído
Sébastien-Roch Nicolás Chamfort (1740-1794)
Escritor francés.


ESPERANZA ACTIVA

En la época que era aficionado al juego del 5 y 6, me sucedió una anécdota con mi compadre el Lic. Héctor Enrique Cordero. Un sábado en la tarde, lo paso buscando por su casa para asistir a un acto social al cual habíamos sido previamente invitados. Le dije: compadre, antes de llegar al bonche, me permite un segundo que voy a elaborar y sellar un cuadrito de caballos en el sellado que funciona en el bar Bohemia allí, había trabajado muchos años y el cual todavía estaba bajo la conducción de mi hermano Edgar Salazar como sellador oficial. No hay problema, me dijo. Llegamos al sitio, compre el formulario que valía un bolívar, procedí a rellenarlo con mis caballos seleccionados, me sellaron, cancele y nos retiramos. Cuando abordamos el vehículo, el compadre Héctor me dice: Compadre yo no pierdo las esperanzas de pegar un cuadro con 6 y que sea el único. Sorprendido le respondo. Mi compadre y como lo piensa pegar un cuadro con 6 si usted no juega. Muy circunspecto me contestó con esta perla: bueno mi compadre ¿Y cual es la suerte? Hay que encontrárselo selladito y todo con los 6 ganadores. Le conteste: compadre eso no es suerte, lo que usted aspira es un milagro y como aún ocurren milagros no le quito la fe. Nos reímos a carcajadas de la ocurrencia, pero uno nunca sabe y creo que el Lic. Héctor Enrique Cordero todavía tiene la fe puesta en ese milagro. Es lo que llaman la esperanza activa. Nunca olvidéis que la fe mueve montañas. Amanecerá y veremos.

RECORD MUNDIAL

En la época de oro de los Criollos de El Tigre BBC, tres receptores estrellas que jugaban con esa divisa impusieron un record mundial. Edgar Brito, Alberto Brazón y el flaco Rafael Espinosa, fueron los protagonistas de la hazaña. El manager del momento Eustoquio “Bigote” López, los rotaba en la receptoría, con la intención de darles chance a los 3 y tuviesen la oportunidad de desarrollarse y demostrar su calidad. En ese ínterin ocurrió lo increíble. El anotador Pascual Marín, casi al final de campeonato, llamó al manager “Bigote” López y le dijo. Mire hermano, nosotros los anotadores somos muy acuciosos con los numeritos y en una reunión que tuvimos mi persona, Luís Millán y la señora Iraida de Mazzanti en nuestra condición de anotadores oficiales, nos hemos percatado que los 3 catcher del equipo Criollos colectivamente, han batido un record mundial. Hemos revisado hasta en el libro record de Guinness y nunca ha sucedido algo ni siquiera parecido. “Bigote” emocionado, le preguntó ¿Y cual record? Pascual Marín le respondió: no es para celebrar, pero record es record y si es mundial tiene mucha más relevancia. Entre los 3 llevan 87 turnos al bate y no han dado un hit. Es para coger palco.

EMPRESARIO JOVEN

Amado “Manota” Maestre, se autocalifica el empresario más joven que ha tenido la ciudad. En la época de oro de los “Criollos de El Tigre BBC”. En todos los juegos había que contratarle los servicios para encender las luminarias, colocar los números en la pizarra y encender las luces que indicaban bolas y strike. En total cobraba Bs. 10 y tenía 2 obreros a su servicio. Era una empresa personal la cual tenía un dominio total sobre la parte eléctrica del estadio Alejandro “Patón” Carrasquel. En una oportunidad, estando el que suscribe, en la dirección del equipo, me aumentó de un solo tirón a Bs. 20 la jornada, lo consideré muy elevado y, me dispuse a buscar entre los fanáticos y jugadores, voluntarios para llevar los números hasta la pizarra, los fuese colocando y otro que encendiera las luminarias y las luces que indicaban las bolas y los strike. Me dijo, muy fresco “No hay problema” y se sentó en la tribuna muy tranquilo ¡Sorpresa! Se perdieron los números y no había forma de que funcionara la electricidad. A la media hora, para que pudiesen empezar los calentamientos y el estadio no se quedara en tinieblas ahuyentando la fanaticada, hubo que rogarle, pagarle lo que exigía y todo volvió a la normalidad como por arte de magia. En el momento que procedí a cancelarle me dijo. “No pertenezco a FEDECAMARAS, pero soy un empresario exitoso que genera empleo, tengo dos obreros y el costo de la vida aumento. Eso hay que compensarlo. ¡Perdón, por Los Panchos! No hay dudas de que “El que inventó el cacho, le inventó la vuelta”

VIVEZA CRIOLLA

En una oportunidad, Gonzalo “El Negro Dulcero” López, le sacó fiada una olla mondonguera a un vendedor ambulante. El hombre pasaba religiosamente los viernes en la mañana cobrando la pequeña cuota correspondiente y nunca ¿coincidía? con Gonzalo. Los chismosos le dijeron que este se le escondía. El buen hombre, no lo creyó de entrada – hay que creer en la buena fe, la mala hay que probarla – pasaron varias semanas y nada que daba con el escurridizo cliente. Un sábado, cuenta Amado “Manota” Maestre, el “Negro Dulcero” lo invitó a una mondongada y mientras prendían el fogón, él fue a comprar unas gélidas. En el camino, se encontró al vendedor que venía enfurecido con un filoso cuchillo en la mano y le dijo “Mire amigo, usted acaba de salir de la casa de ese negro tramposo y no me diga que no está porque yo sé que está allí. Hoy es el día que me paga o lo acuchillo” “Manota” no podía avisarle, guardo silencio y siguió, compró las frías y regresó sigilosamente pensando que encontraría una tragedia ¡Sorpresa! El vendedor conversaba animadamente con “El Negro Dulcero” que pelaba la verdura con el cuchillo de este y cuando vio a “Manota” le dijo. “Te presentó al amigo que le debo la olla y me acaba de salvar, me fío este cuchillo que me hacía bastante falta y no encontraba como pelar la verdura y picar el mondongo” ¿Qué tal? “Manota” se quedó maravillado y dijo para sus adentros “ y después dicen que el único avispado soy yo”

OCURRENCIAS

Don José Victorio Coronado, quien por muchos años fue Celador Oficial del Cementerio General de El Tigre, siempre tenía a flor de labios algunas ocurrencias que llevaban una gran carga de sabiduría e ironía. En muchas oportunidades me repetía “Mire amigo Cheo, la vaina no es morirse, sino pensar los años que uno va a pasar muerto, quizá por eso nadie quiere pasar a eso que llaman mejor vida” y otras veces cuando la gente sorprendida pedía confirmación acerca de la muerte de algún amigo en común. Lo corroboraba y me comentaba “Ay amigo Cheo, hay que cuidarse porque se está muriendo gente que nunca se había muerto”… El Prof. José Antonio Arias Reyes asistía a los velorios de algún conocido siempre y cuando se enterara del fallecimiento con tiempo y pudiese ir en la mañana. Después de almuerzo su agenda etílica no le permitía moverse del Club House. En más de una oportunidad, me llamó para que los pasara buscando e ir juntos. Llegaba, daba el pésame, conversaba con los amigos presentes, ponía rostro de cariacontecido y en un tiempo prudencial que nunca excedió la media hora, miraba el reloj de reojo y me decía en voz baja. “Vámonos que se terminó este concurso de cara” A buen entendedor pocas palabras… En otras oportunidades cuando llegaba alguien que había pasado tiempo fuera de la ciudad y le preguntaba acerca del fallecimiento de algún amigo que él conociera perfectamente, lo confirmaba con la siguiente frase “Es cierto murió personalmente y por primera y única vez” Más claro no canta un gallo… Llegan Pablo “Chichí” Valor y Henry “Nenerina” Hernández al bar restaurante “La Peña” y los recibe su propietario José “Pepe” Peña Morales un tanto sorprendido y les dice “Caramba tenían tiempo que no venían por allí, ¡Bienvenidos!” Bueno, hermano es que ya entramos en la tercera edad y, pagamos medio pasaje, media entrada al cine y esperamos que aquí nos cobren la cerveza a mitad de precio ¡Pamplinas! queda estupefacto “Pepe” y al salir del asombro, les responde “Bueno como son viejos amigos, les puedo hacer un ajuste, pero no a esos extremos. Inocentes los chicos.



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