sábado, marzo 19, 2011

Personajes de mi pueblo: Carmen Domínguez

Los gallos pueden cantar, pero son las gallinas las que ponen los huevos
Margaret Thatcher (1925 – )
Política británica

No pocas son las madres solteras, que tienen el coraje, la dignidad y la entereza para sacar adelante a sus hijos y una familia entera, sin ayuda externa – privada u oficial – la señora Carmen Domínguez tiene 4 hijas y con ellas enfrentó y enfrenta la vida, en medio de limitaciones que vencen a fuerza de trabajo en la actividad informal. Venden exquisiteces orientales. La especialidad de la casa es arepa y empanadas de cazón. No hay variedad, hay exclusividad. Doña Carmen Inició esa tarea en la calle Sucre, pasó a la calle Anzoátegui y desde el año 1945, esta ubicada en el sector de las 6 esquinas, en la novena carrera sur. Es gente madrugadora y de trabajo. La clientela, ha pasado de generación en generación y se mantiene fiel, leal y consecuente. Es la calidad y sabrosura de la sazón margariteña en pleno corazón de la ciudad. No hay que viajar a Margarita y visitar el mercado de Conejero para degustar una excelente empanada de cazón. Búsquelas en las 6 esquinas y convénzase.

Doña Carmen Domínguez, nació en el año 1925, en el Cercado, un pequeño poblado de la isla de las perlas, ubicado a 1 KM de Santa Ana del Norte. Desde muy niña, sus padres Julián González y la señora Irene de Domínguez, observaron su tendencia, inclinación e interés por el trabajo artesanal. Trabajó con barro, una materia prima que extraen del Cerro de La Cruz, lo clasifican según el color, lo pisan hasta convertirlo en polvo y una vez cernido, lo utilizan para fabricar tinajones, ariscos, anafres y todo tipo de curiosidades artesanas. Ella, con sus ideas y manos prodigiosas, las bordeaban de manera especial y maravillosa, lo que le permitía venderlas como pan caliente a todos los amantes de las artesanías autóctonas. En el año 1940, sus padres, decidieron emigrar hasta El Tigre y cuando llegó, como la situación, no era muy halagüeña, decidió iniciar la venta de una rica especialidad margariteña: Las empanadas y arepas de cazón, cuya principal encanto, es que son hechas con masa de maíz pilado, cocido, molido y amasado en casa. Originalidad pura y simple. Arepas al horno y cazón en su punto. Delicateses artesanales también. Exquisiteces de la isla en tierra firme.

Las hijas de doña Carmen Domínguez, han estado siempre a su lado como ayudantes y herederas de esta pequeña industria artesanal cuya especialidad culinaria, repito, son las empanadas y arepas de cazón. Sabina María e Inés María, ya salieron del regazo materno, para formar sus propias familias y están al frente de sus hogares. Juliana del carmen y Carmen del valle, están al pie del cañón, atendiendo a la nutrida clientela que se da cita, desde muy temprano del día y la cual se acrecienta los fines de semanas, al extremo que hay que hacer colas para adquirir las ricas y deliciosas empanadas y arepas. Las arepas se pueden adquirir viudas y rellenas. Es un sitio de encuentro de muchos citadinos y dónde muchos vecinos, puede desayunar in situ o llevar a casa estas delicateses margariteñas. Estas delicateses que degustan grandes y chicos. Es un sano, nutritivo e incomparable y nutritivo desayuno. No hay para dónde coger. El o los que quieran saborear unas verdaderas y autenticas empanadas de cazón con sabor, sazón y punto margariteño, tiene un sitio en la ciudad. Las 6 esquinas en casa de Carmen Domínguez. Vístela, adquiéralas, consúmalas y verá. ¿El costo? Ni pregunte. Más solidario imposible.

Esta humilde y laboriosa margariteña, que se sembró en El Tigre y la cual está retirada de la albor diaria, por razones de edad, permanece en casa y para no perder la costumbre, se ubica todos los santos días en la puerta de la casa desde dónde puede observar todos los movimientos, saludar a los clientes y vecinos cuando entran y salen. En ese sitio permanece acompañada por alguno de sus descendientes directos, ya que cuenta, por ahora, con 11 nietos, 12 bisnietos y 10 tataranietos, una numerosa prole, que ha contribuido, contribuye y contribuirá, como lo hizo ella, poniendo su granito de arena, desde su venta de empanadas y arepas de cazón, al desarrollo, progreso y engrandecimiento de esta pequeña urbe, que fue iniciada por los lugareños del Caris, pero que se complementó con la idiosincrasia del pueblo margariteño y tiene del arte culinario isleño uno de sus más ricos atractivos. Los tígrenses tienen, conservan y practican muchas de sus tradiciones, costumbres y hábitos. Un buen sancocho de pescado, un corocoro frito con arepa y tajadas o una empanada de cazón, nunca falta en la dieta de nuestros vecinos. Y la devoción por la Virgen del valle, no tiene parangón en el oriente del país. Es nuestra patrona.

En las cercanías de las navidades, en este sitio, la gente puede además, obtener la masa para las hallacas, ya lista para tenderlas. Nada de harina pan. Es maíz pilado, cocido, molido, amasado, procesado y aderezado artesanalmente, lo cual le abrevian y alivian el trabajo a los vecinos, que lo adquieren para la elaboración de las multisápidas tradicionales a base de cochino, pollo, gallina, carne y los que hacen a base de cazón, también pueden encargarlo y llevarlo listo para la confección final del sabroso e infaltable plato navideño. En gustos y colores, no han escrito los autores. Empero, no hay dudas de que, la masa de maíz pilado, sancochado y molido artesanalmente le da un sabor especial a las empanadas, arepas, hallacas, bollos y cuanta especialidad culinaria se quiera preparar a base de harina de maíz. El que no lo ha probado, no sabe lo que se pierde.

El trabajo dignifica y la señora Carmen Domínguez es una insigne trabajadora que merece el reconocimiento de toda la comunidad. Tuvo el coraje, la valentía y la dignidad de levantar una gran familia siendo madre soltera, lo que ratifica la sentencia de la mujer de hierro Margaret Thatcher, en el sentido de que los hombres podrán cantar, pero las gallinas ponen los huevos y la voluntad para abrirle un camino decente y decoroso a los hijos. Ella, sus hijas y su numerosa descendencia, son héroes anónimos, que han trabajado, trabajan y continúan trabajando, desde sus humildes hogares, para engrandecer nuestra pequeña urbe y nosotros los traemos a estos humildes destellos con la firme aspiración de que, cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores de nuestro rico y primoroso pasado y no menos interesante presente, decidan escribir la verdadera y autentica historia de la ciudad, los puedan incluir en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!



No hay comentarios.: