viernes, marzo 16, 2012

Personajes de mi pueblo: Samaan Kallil Badik

Ningún hombre ha llegado a ser grande sin un toque de divina inspiración
Marco Tulio Cicerón (106 – 43 a.C.)
Escritor, político y orador romano.

Nació en Siria el 21 de diciembre de 1946. Estudio sólo la primaria. Poseyó desde adolescente actitud para la joyería y atracción por la música. En esa primera condición y como autodidacta, se incorporó al mercado de trabajo como joyero. En lo que cumplió la mayoría de edad emigró y llegó a Caracas. Trabajó 6 meses en la compañía Omega, que se especializaba, en las marcas Nivada, Tissot y Omega. Lo contrataron como técnico y como demostró excelente experticia, lo ascendieron a jefe de control de calidad. Había aceptado el cargo buscando mayor especialización y resultó que ya tenía los conocimientos de un relojero profesional. Nadie lo enseño. El aprendió por su cuenta. Un autodidacta nato.
Retirado de la compañía Omega, se independizó y montó su propia joyería en Caracas: “Relojería y quincallería Nelly”. En el año 1964, recibió la invitación de un hermano, que había viajado antes a Venezuela. Afif Samaan, el popular “Cuñao” el paisano que siempre anda “Chévere cambur”, para visitar a El Tigre. Le gustó y se quedó. Llegó a la segunda carrera norte e inmediatamente, inició su periplo para lograr un local y montar su propio negocio. En ese tiempo, el Dr. Rebollo, le había vendido un pequeño edificio, ubicado en la calle Guayana, frente al edificio de Stefano Massobrio, dónde se fundó y funcionó por muchos años el Banco Venezuela, a los paisanos del Almacén San José, los cuales, se lo alquilaron. Esa edificación, posee en la planta baja un ambiente especial para su actividad comercial y en el primer piso, un pequeño apartamento que le serviría de residencia por muchos años. El local adecuado que estaba buscando. La pegó. A nadie le falta Dios.
Hizo el contrato de alquiler, se mudó con su esposa, Suad de Samaan, con la cual tiene sus 3 hijos. Rima, Lic. en Administración, que complementó su formación con estudios avanzados de inglés y música – vive en Caracas. Nelly, Ing. en computación – residenciada en Hawai y Alberto, Ing. Electrónico, músico y quien, siguiendo los pasos del padre, en su afición por la música y sus instrumentos, instaló en la calle Miguel otero Silva, dónde Samaan, construyó su residencia y un local comercial, una venta de instrumentos musicales, que lleva orgullosamente el nombre de “Samaan”. Es una tienda nueva y moderna, que no hay dudas, llenará el vació que existía en la ciudad, para que músicos y principiantes adquieran sus instrumentos musicales de primera generación, sin tener que viajar a otras latitudes. El desarrollo no se detiene.
Don Samaan Kallil Badik, trabajó unos años, en la actividad de la relojería en El Tigre, actividad que cambió ya que, quería desarrollar su otra vocación. La música. En los tiempos que trabajo como joyero en Caracas, fabricó una Arpa Oriental – la cual luce en la gráfica que ilustra esta crónica – y la cual desarrollando su fuerza humanística toca en familia. Ese amor por la música, lo llevó a dedicarse exclusivamente a la venta, reparación y fabricación de instrumentos musicales. En esa profesión artesanal también es autodidacta. Fabrica y repara cualquier instrumento de cuerdas. Arpas – criollas y extranjeras – violín, cuatro, mandola, mandolina,  guitarra y AUD (bandola Árabe), etc, etc. Es la referencia obligada de los músicos en la ciudad.
En el año 1997, obtuvo la nacionalización. Está integrado a la comunidad desde varios ángulos. Familiar, comercial, religiosa (es adventista) y musical. En una oportunidad acompañó en un concierto realizado en el Ateneo-Casa de la Cultura, al maestro Dennis Bolívar, acompaña el coro de la iglesia Adventista cuando cantan los himnos y para bajar los niveles de stress y deleitar a su grupo familiar, ejecuta piezas musicales con sus instrumentos musicales en casa y, cuando tiene algún tiempo, también lo hace en el negocio, el cual todavía atiende, junto a su distinguida esposa Suad, en el corazón de la calle Guayana. Está ubicado, en todo el frente dónde por muchos años, estuvo una gigantesca mata de caucho. Memoria contra el olvido.   
Este artesano, que llegó  desde el Medio Oriente, el año 1964 y el cual con su disciplina, laboriosidad, imaginación, talento e inventiva, ha contribuido desde su pequeño comercio, con el desarrollo familiar, económico, musical, cultural y religioso de la ciudad, no ha pasado desapercibido para muchas generaciones de tigrenses. Los amantes de la música y los practicantes de la religión adventista tienen en Samaan un gran aliado. En la actualidad en su negocio se puede adquirir y reparar todo tipo de instrumentos de cuerda y percusión, además obtener mucha bibliografía religiosa. Un gran personaje, honorable, respetable, caballero y buen amigo. El Tigre cuenta con él y él con El Tigre.
Samaan es un hombre poseedor de inspiración divina y humanista, el cual con su gran espiritualidad, apego al hogar y excelente pater family, merece, que cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores de nuestro excelso pasado y presente, decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta pequeña urbe, que nació al calor del oro negro el 23 de febrero de 1933, lo incluyan en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios le siga dando sabiduria y recibiendo muchas bendiciones.DLB