viernes, mayo 12, 2006

Personajes de mi pueblo: Anecdotas

“A nadie se le dio
veneno en risa”
Félix Lope de Vega y Carpio.

1.-Cuenta el Prof. Edgar Brito que un día lo invita su colega Gonzalo López a unos traguitos, una parrillita y a escuchar buena música. Había que finiquitar algunas cosas y salen en el vehículo de Edgar. Después de comprar todo lo necesario para el convite, llegan a una estación de servicio para abastecerse de gasolina. Mientras el operador de la gasolinera hace su trabajo, se acerca un vendedor de discos compactos. Edgar revisa, escoge y compra un tree pack. Le pregunta a Gonzalo. ¿Negro tú tienes equipo de CD para escuchar estás melodías? El negro le responde, claro que sí, déjame ver, lee la carátula de los compac. Exclamando ¡Ah! Richard Clayderman, yo tengo dos CD de este señor, pero no me gusta como canta, tiene la voz como la de Ana Gabriel, muy ronca. Yo no lo entendí. ¿Y usted? Edgar me dice que tampoco.

2.-Llega la fecha del referéndum revocatorio. Gonzalo y Edgar salen temprano a ejercer el sagrado derecho al sufragio. Gonzalo se queda en el Centro de votación “Simón Rodríguez” y Edgar se marcha al Colegio “San Antonio” dónde le corresponde votar. Pasadas las 7 AM, cuando conversa con un grupo de amigos en la cola, se aparece Gonzalo echando chispas y dice, hay trampa. Edgar, sorprendido, le pregunta. Negro ¿porqué dices eso? Bueno chico, allá no se han instalado las mesas, hay problemas con unas benditas captahuellas y lo peor no aparezco en “la Nata” ¿Qué nata? le preguntan Edgar, confundido. Bueno chico, responde, la lista esa, dónde aparecen los nombres. ¡Ah! Será la data. Bueno esa vaina vale, tú entiendes. Yo no lo entendí. ¿Y usted? Edgar me dice que tampoco.

3.-El día 11 de abril renuncia el Presidente Chávez. El 12 hay una gran confusión y algunos irresponsables, arribistas, aventureros, vívala pepa y sin formación democrática, intentan asaltar los gobiernos locales. En medio de la confusión que se presentó en el Palacio Municipal de El Tigre, llega el negro Gonzalo y le pregunta al Chivo Martínez ¿Qué rollo hay aquí Chivo? Este le contesta muerto de la risa: Llegaste tarde, negro; ya yo asumí la dirección de deportes y volviste a quedar como la guayabera. Tampoco lo entendí ¿Y usted? El negro Gonzalo, creo que tampoco, aunque el Chivo Martínez hecho el yaguare, estaba como caimán en boca e’ caño.

4.-Don Jesús Ramón Meza, uno de los primeros habitantes que tuvo El Tigre, cuando veía a los parranderos consuetudinarios, ociosos y mala mañosos ya vislumbraba lo que seria la descomposición de la sociedad local en el tiempo. Por eso cuando algunos lugareños y amigos lo invitaban echarse los tragos y jugar dominó, dados, truco, ajilei, gallos o cualquier otro juego de envite y azar, les respondía con estos versos de su inspiración: “El que llegue a este lugar / puede darse por perdido / que si vicios no ha tenido / aquí los debe encontrar / primero empieza a jugar y después a tomar ron / y si no ha sido ladrón aquí se debe meter / porque encuentra quien le insista / en está tierra bendita / reina la mala intención” Palabras premonitorias. El general Dumas Meza Meza cuando quiere eludir una parranda recuerda los versos de su viejo, los recita de memoria en alta e inteligible voz y se retira. No es cobardía es tomando las previsiones del caso, porque de lo contrario se queda y después que se echa el primer trago, no hay quien le aguante la carrera. Ese si está entendible y sino que lo digan Oíto y el Chino Lira quienes acompañan a Dumas en sus parrandas desde temprana edad en la calle Ribas.
5.-Cipriano Barroso le da empleo en su cooperativa al popular Nenerina. Este eufórico, llega con las buenas nuevas a su esposa, está llena de regocijo le da un beso y le expresa. ¡Oye, que bien! ¿Y te darán cesta ticket? Bueno, no sé, responde Nenerina. Déjame consultar a Cipriano. Le repica y le pregunta. Mire compadre Cipriano, me dice Lilita que si gozaremos del beneficio de cesta ticket. Bueno, chico, tú eres loco, le responde Cipriano ¿Qué quieres tú el whisky o la cesta ticket? Nenerina, sin parpadear le dice, ok. Es que estaba confundido, déjalo sin efecto, voltea y con voz firme le dice a su esposa, no mi amor, no hay cesta ticket, pero haré el sacrificio de trabajar sin ese beneficio, porqué se trata de mi compadre Cipriano. Yo no lo entendí ¿Y usted? Creo que Lilita, tampoco, aunque creo que Maicabares Berroterán que me lo contó, sí lo entendió. Mucho gusto.

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