jueves, enero 18, 2007

El fondo de los bomberos

La clave de un buen gobierno
se basa en la honestidad

Thomas Jefferson (1743-1826)
Político y filósofo estadounidense.
En el trienio, que ejerció la presidencia del Concejo Municipal, el profesor Augusto Enrique Tenorio Meza, me desempeñe en la jefatura de fiscalización del ayuntamiento, cuando ascendieron a Francisco “Chico” Moreno al cargo de Administrador Municipal. En el ejercicio de mis funciones, tenía un contacto permanente con todos los comerciantes e industriales de la ciudad. Recibía las declaraciones juradas de la Patente de Industria y Comercio, calculaba el monto a cobrar de acuerdo con la alícuota establecida en la ordenanza vigente para tales efectos, elaborábamos los recibos respectivos y distribuíamos la cobranza al personal que se ocupaba de esos menesteres y que luego, hacían las entregas del dinero recaudado diariamente en la Tesorería Municipal, cuyo titular era para ese presente Román Lunar.

La razón de este pequeño recordatorio, es porqué, en esa época, el cuerpo de bomberos presentó una crisis económica aguda, que no le permitía cumplir su delicada misión en caso de cualquier contingencia que pusiera en peligro la vida y la seguridad de bienes muebles e inmuebles de los vecinos. La municipalidad tampoco tenía presupuesto para solucionarles el grave problema, pero siempre colaboraba con ellos en la medida de las posibilidades. Hubo una reunión entre el presidente, los bomberos y la gente de administración y allí, surgió la idea de que conversáramos con los miembros de la Cámara de Comercio, a los efectos de solicitarles una colaboración del 3% sobre el monto de lo que les correspondía cancelar por la patente y luego de la explicación de Tenorio, accedieron gustosamente e inmediatamente se aplicó el recargo que inició la creación de un fondo para los bomberos, no era mucho, pero ayudaba.

Como la costumbre, dicen los jurisconsultos, hace la ley, con el tiempo eso prácticamente, se hizo ley. Las sucesivas administraciones municipales siguieron cobrando la colaboración espontánea de los comerciantes e industriales, el Concejo Municipal fungía de agente de retención y luego mensualmente o cuando tenían alguna emergencia, le entregaba el monto de lo recaudado a la directiva del cuerpo de bomberos. Con el crecimiento de la actividad comercial e industrial en la ciudad ese monto, se incrementó a niveles millonarios, la Cámara de Comercio, no estaba conforme en la forma como se administraba y las prioridades que se establecían. Solicitaron una reunión entre el Concejo Municipal, la directiva de los bomberos y la Cámara de Comercio, reclamaron los comerciantes el derecho de administrar ese fondo, porque ellos eran los contribuyentes, lo cual fue aprobado por todas las partes y desde ese momento la administración municipal, enteraba el dinero recaudado a la directiva de la Cámara de Comercio que se entendía con el cuerpo de bomberos.

Desde mediados de la década del setenta, cuando presidió el Concejo Municipal el Prof. Augusto Enrique Tenorio Meza y hasta el gobierno local que dirigió el Alcalde Ángel Francisco Godoy Chávez, las cosas se mantuvieron en ese orden, a pesar de algunos retrasos de las administraciones municipales en entregar el dinero a la Cámara de Comercio cunado utilizaban el dinero, ilegalmente para cubrir otras partidas presupuestarias, pero, a la larga, como decimos coloquialmente, siempre honraban en compromiso. Debe quedar claro: El dinero que le ingresa al municipio por ese concepto, es del fondo de los bomberos y su utilización para otros fines distintos, está tipificado como un delito en la ley anticorrupción, como malversación genérica de fondos públicos. En eso todas las administraciones estaban como el agua del río Moquete. Claritos.

Es interesante refrescar esta pequeña historia, porque ahora hay una denuncia pública en el sentido de que la actual administración municipal, le tiene confiscado por ese concepto a la Cámara de Comercio, un monto superior a los Bs. 400 millones y se niega a entregarlos, por lo que los comerciantes e industriales ante semejante arbitrariedad y distracción de ese dinero, que repito, no es de la alcaldía, es de los comerciantes, que generosa y espontáneamente cancelan para que los bomberos del municipio que están huérfanos de la ayuda oficial, puedan cumplir eficientemente con la delicada misión que tienen encomendada, también se pararon de frente y se resisten a que les incluyan en el recibo de la Patente Industria y Comercio, el monto convenido para el Fondo de los Bomberos porqué absurdamente, ahora la alcaldía lo tomó como si fuera parte del impuesto municipal.

Particularmente, no me atrevo a calificar la distracción de esos Bs. 400 millones, solo me limito a refrescar esta pequeña historia, para que la gente sepa donde está el meollo de la disputa y saque sus propias conclusiones con respecto al tema y observe a quien asiste la razón, de donde proviene la prepotencia, arbitrariedad, el uso y el abuso en el ejercicio del poder y la distracción de los recursos que los comerciantes e industriales aportan para el fondo, que sirve de sustentación para que la operatividad del cuerpo de bomberos de la ciudad no vuelva a caer en desgracia. Lo cierto del caso es que si hay una pizca de honestidad en el gobierno local, debería entregar ese dinero a la Cámara de Comercio y no olvidar que los bolsillos del gobernante deben ser de cristal.
Dios y la virgen del Valle, patrona del Cuerpo de Bomberos y de la ciudad, permitan que esta situación, se corrija para beneficio de todos los entes involucrados y los pobres bomberos del municipio, huérfanos de la ayuda oficial, continúen recibiendo esa insustituible colaboración, para que puedan cumplir a cabalidad su delicada función pública en resguardo de la comunidad. No olvidéis: La soberbia, arbitrariedad y prepotencia, nunca ha estado, ni estará a la altura de la gallardía y otra: El poder es efímero. Ténganlo presente. El que siembra vientos cosecha tempestades.

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