jueves, noviembre 15, 2007

El restaurant “Entra y volverás”

La memoria es un presente
que nunca acaba de pasar

Octavio Paz (1914-1998)
Escritor mexicano.

En la calle Guevara Rojas de la ciudad que nació al calor de la industria petrolera el 23 de febrero de 1933, en el corazón del Casco Viejo y en la parte sur del Mercado Turístico, viene funcionando un bar restaurant, que en sus inicios llevo el nombre de “Entra y Volverás” y que luego cambió su nombre mercantil, por el de “La Gata Borracha”. Cuentan los vecinos que el fundador del establecimiento comercial fue, el español José Forte, que luego vendió o arrendó al señor Luís Noriega y una vez que este se retiró, lo asumió el español Andrés Pastrana, que fue quien lo bautizó con el nombre comercial cual funciona hasta ahora.

Los que tuvieron la suerte de visitar como clientes el antiguo bar restaurant “Entra y volverás” en la época que lo regentó el señor Luís Noriega deben recordar que este amigo tenía unas salidas muy ingeniosas, que aunado a su proverbial buen humor, se granjeaba el aprecio y el cariño de los citadinos. ¿Luís que hay hoy? Con una sonrisa contestaba: Pase y siéntese que hoy usted va comer, lo que comió Bolívar en el paso de los Andes” Otro día. ¿Luís que hay hoy?”Despreocúpese que hoy va comer lo que comió Boves en las Queseras del medio” y así sucesivamente condicionaba ¿Sugestionaba? a los clientes para que degustaran sus mejores platos del día. El hombre era un showman.

Otra cuestión importante es que en la carta del menú, aparecían todas las especialidades, pero sin precio. Usted pedía, el ordenaba al chef y le traía su suculenta comida, sí usted por casualidad exigía picante, el hombre le decía en alta e inteligible voz “Amigo aquí no usamos eso porque se cocina bien” una vez que los clientes degustaban los exquisitos platos del día, se le acercaban a pagar y le preguntaban amigo Luís ¿Cuánto le debo? El respondía con otra pregunta ¿Qué comió usted? Bueno, respondía el cliente p.e, un bistec a caballo, arroz, caraotas, tajadas, arepitas y un refresco, Luís en un tono muy serio le decía: usted no me debe nada, pero me va a dejar Bs. 3,50 para que cuando regrese vuelva a encontrar. De esa manera nunca se seca el aljibe, diría Odelín Hidalgo que era un cliente fijo a la hora del almuerzo.

En el local donde funcionó por muchos años el bar restaurant “Entra y Volverás”, ahora funciona “La Gata Borracha” en el mismo ramo, la clientela ha variado por razones de la movilidad social, pero los pequeños comerciantes del Mercado Turístico, tienen muy cerca ese negocio que sigue siendo muy popular, con precios solidarios y con excelente calidad en sus comidas, lo que les alivia, el bolsillo a la hora de un suculento almuerzo y en la noche pueden saborear una espumosa fría, disfrutar de un ambiente familiar y demostrar sus cualidades vocalísticas, interpretando los éxitos de ayer y hoy en el Karaoke”. Es lo que me cuentan vecinos y clientes de ese concurrido negocio.

Está pequeña reseña del bar restaurant, que nació con el nombre de “Entra y Volverás” y que hoy está trasmutado con el nombre de “La Gata Borracha”, la hacemos atendiendo a la gran legión de lectores que me envían e-mails recomendándome algunos hechos, sitios históricos y otros populares que dejaron una huella indeleble en una generación que hoy disfrutan de estás crónicas porque todos repiten al unísono “Recordar es vivir” y bien vale recordar esos momentos y dejar testimonios escritos que nos ayuden a preservar la memoria histórica de la ciudad.
Aún cuando acaba de pasar, no debemos permitir por acción o por omisión que se olvide y pase desapercibido. Esos populares personajes que fundaron, mantuvieron y mantienen esos negocios forman parte de la historia integral de nuestra querida ciudad y como tal lo reseñamos.

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