domingo, noviembre 25, 2007

La Plaza Bolívar

La originalidad es la
vuelta a los orígenes

Antonio Gaudí l Cornet (1852-1926)
Arquitecto español.
En el año 1954, el entonces gobernador del estado Anzoátegui, auspició un concurso de proyectos para la construcción de la “PLAZA MONUMENTAL y ESFINGE AL LIBERTADOR de El Tigre, en el cual resultó ganador en el mes de septiembre de 1955 el ciudadano Luís López Diez por lo que se hizo acreedor del premio establecido de (Bs. 2.000,oo). A tal efecto la gobernación del estado el 15 de septiembre, emitió una letra de cambio por esa cantidad a nombre del ganador del concurso, la cual posteriormente presentó por ante la tesorería del estado para la emisión del cheque respectivo. Eran tiempos de hallaca a real, pepsicola a medio y donde el cobro de un instrumento mercantil de esa naturaleza era un tiro al suelo. Palabra de gallero, pues.

Luís López Diez, de origen español, naturalizado venezolano, con larga experiencia dentro del arte: arquitecto, ingeniero, escultor, dibujante, tallador, pintor, fotógrafo, restaurador y viajero, el monumento a la plaza Bolívar de El Tigre, constituye una de sus más hermosas realizaciones. Lo que está a la vista – nos ilustra el refranero popular – no necesita anteojos.

El gobernador del estado el señor Manuel José Arreaza Cardier, oriundo de Aragua de Barcelona, asignó la obra a la empresa PROCOSNT, C.A que tenía como ingeniero residente a F. Mogna Cruz por un monto de (Bs. 301.726,91) en el año 1955 y con una fecha de terminación el 30/11/57 para inaugurarla el 2 de diciembre de 1957; pero debido a la tensión política recrudecida en los últimos meses de la dictadura del Gral. Marcos Evangelista Pérez Jiménez, no pudo lograr ese objetivo. Cuentan los lugareños, que era tanta la crispación política que la gente por las noches forraba con lonas el monumento en prevención de actos vandálicos. El que no cuida lo que tiene a pedir se queda.

Empero, una vez que cayó la dictadura, el mismo pueblo eufórico destruyó parte del pensamiento recién escrito en bronce a un costado del pedestal, que decía “América fue para Simón Bolívar, el vasto escenario de sus grandes ideales en la liberación de los pueblos y el de su unificación”, lo firmaba, el todavía coronel, Marcos Evangelista Pérez Jiménez, en su calidad de Presidente/dictador de la República y aún permanece la inscripción inconclusa que leemos, “América fue para Simón Bolívar” creando una interrogante en nativos y foráneos. De igual manera se dice que el escultor de la espectacular figura ecuestre fue un italiano cuyo nombre no aparece en el folleto que publicó la alcaldía del municipio Simón Rodríguez, otra interrogante que seria interesante buscarle respuesta, que recoge parte de esta interesante historia y del cual tome algunos datos.

La plaza Bolívar de El Tigre fue ideada, diseñada y construida para constituirse, como en efecto se fundó, en un imponente monumento que colocó a nuestro parque destinado a honrar la memoria de El Libertador Simón Bolívar, en uno – sino el más – de los más hermosos que existen actualmente en el país. Gobierno van y gobiernos vienen. Todos, absolutamente todos, le han hecho alguna inversión en su mantenimiento, embellecimiento y siempre respetando sus estructuras originales que forman parte del patrimonio histórico de la ciudad, pero los dos últimos gobiernos locales han borrado parte de ese legado cuando cambiaron arbitrariamente las faros de iluminación clásicamente definidos y la protección de las jardinerías de hierro de 0,40 mt. de altura sobre el bordillo y fabricadas con cabillas de ½” como está detallado en la memoria descriptiva del proyecto original de construcción. No hay que pedirle peras al olmo, imagínense que hasta un riego por aspersión que costó una fortuna hace poco más de un año yace enterrado perdiéndose ante la indolencia y la irresponsabilidad de un gobierno que vive del maquillaje, la pantallearía y otras actividades administrativas non santas.
La única manera de preservar la memoria histórica de los pueblos es conservando y restaurando para salvaguardar en su fisonomía, fachada expresión original nuestros monumentos, estatuas, edificaciones, inmuebles y casas y declararlos patrimonio histórico para protegerlos de tanto troglodita que llega al poder. Esa es la verdadera originalidad y como tal, debe ser entendida por quienes salvajemente y por desconocimiento de causa, se empeñan en demoler y modificar lo original pensando que son unos genios de la originalidad.

domingo, noviembre 18, 2007

La bodega La Chaparreña

Lo que ocurre en el pasado vuelve
a ser vivido en la memoria

John Dewey (1859-1952)
Filósofo y educador estadounidense.

Transcurridos apenas 5 años de la fundación del El Tigre, exactamente en 1938, David Rafael Pinoni Barrancas y su distinguida esposa Dulia Asunción Báez fundaron, en la esquina de la calle Colombia c/c Héctor Villegas del Casco histórico, la bodega La Chaparreña. Don David, que nació en Aragua de Barcelona y se había formado en la pintoresca población de El Chaparro, llegó unos años atrás por estos lares atraído por la expectante actividad petrolera, conoció y contrajo matrimonio con Dulia – la popular Chicha – que provenía de Soledad y cuya familia se había establecido en el callejón Colón también en la búsqueda de las mejores oportunidades que brindaba la explotación del oro negro. Ambos indiscutiblemente son fundadores de El Tigre.

Un pueblo que todavía estaba en su etapa embrionaria, permitía que todos se conocieran, convivieran y compartieran. Don David, trabajo por un tiempo en un sismógrafo y con el dinero que le reportaron sus prestaciones sociales decidió con su esposa, dedicarse a la actividad comercial e instalaron su bodega. En esa época los vendedores y proveedores de mercancía llegaban esporádicamente, de tal suerte que el negocio no se limitó a las ventas al detal, sino que con el tiempo y a medida que iban creciendo y la clientela aumentaba, la convirtieron también en mayorista. La bodega de David barrancas y la Chicha se convirtió en sitio de encuentro de los citadinos y hasta el sol de hoy que es administrada por Ingrid, una de sus hijas, su clientela se mantiene. Bodega La Chaparreña, tiene inscrita en una de sus paredes de bahareque, fundada en 1938. Conste todavía la construcción es la autóctona

Mucha gente piensa, que el nombre de la bodega viene dado por el hecho de que El Tigre fue creciendo en medio de grandes chaparrales y lo cierto del caso, nos indican los hijos, es que el lema comercial surgió del amor que profesaba Don David Pinoni por el pueblo de “El Chaparro” donde creció y vivió hasta la adolescencia. El entorno de la bodega “La Chaparreña” era muy familiar. En él convivían personas de diferentes procedencias y todos, una vez instalados, formaban parte de una comunidad unida y solidaria en un ambiente de amistad, compañerismo y compadrazgo. Imagínense nada más cuántos compadres tenían Don David y la Chicha con 9 hijos. Mayra, David, Letzaida, Pedro, Petra, Stalyn, Rosmer, Ingrid, Richard y una canita al aire del viejo, Carmen Elías. Un familión que ha contribuido decididamente con el desarrollo de la ciudad.

En ese tiempo y por ese lugar habían llegado y fijado residencia antes de la fundación y luego de la fundación varios fundadores de El Tigre. Vicente Campos, el padre de Vicente y Chuchú, Dima La Rosa, José María Lira Reyes, José Pino, Julia Bolívar, Damaso Cabrera, Alí Laureen, el popular “Chivo” Ernesto Rodríguez que poseía una bodega con un pool incorporado, María Marín, la suegra de Pio Quijada que vivió muchos años allí con su esposa Gisela Marín de Quijada y era la que tenía el molino donde todos asistían a comprar la masa para las arepas, Miguel “Cocoliso” Arismendi, Julio Rondón, Carlos “Cayú” Matos, Gerardo Lara, Ramón Sotillo, Andrés Hernández, Tina Pinto, Antonio López, Choncho Quijada, Leonidas Pinoni, Rafaela Robinsón, la familia Coraspe, la familia Sifontes y la popular Aurora Amelia Salazar que fabricaba las alpargatas y que era conocida popular y familiarmente como la “Alpargatera o cholera” por sus vecinos que a la sazón eran sus clientes. Era el calzado de moda en esa época. Desde 0,25 hasta un bolívar las más finas y acabadas.

La bodega la Chaparreña que hacia esquina con el bar Miramar que estaba ubicado al final de la calle Páez con Colombia, pasó momentos críticos y estuvo a punto de cerrar. Hace 39 años, cuando don David dejó de existir, la Chicha tuvo que ingeniárselas para sacar adelante la familia. El negocio no andaba bien y entonces apeló a la venta de empanadas en las tardes y noches, la elaboración de manjarete, dulces, turrones y poco a poco con la ayuda de sus hijos fue levantando de nuevo la bodeguita y hace 7 años cuando falleció, le dejó a la familia el negocito en pleno apogeo.

Una vez que murió Rosmer que junto a Ingrid se habían encargado del la bodega, hubo otra crisis, empero, Ingrid con la ayuda de sus hijos hace esfuerzos sobrehumanos por mantener con vida la actividad comercial y no cerrar definitivamente esa bodega que mantiene viva la memoria histórica de la ciudad. Las autoridades competentes deberían declararla patrimonio histórico, ayudar a restaurarla y mediante una donación o un crédito blando colaborar a esa prolija familia para preservar activa esa popular esquina, que repito, continúa siendo un sitio de encuentro de las viejas y nuevas generaciones.
El año entrante cuando El Tigre celebrará sus tres cuartos de siglo, es ocasión propicia para iniciar un trabajo de investigación riguroso, científico y profesional de todos los sitios históricos de la ciudad para resguardarlos, restaurarlos, declararlos patrimonio histórico y podamos preservar la memoria histórica de la ciudad, para dar la oportunidad a las nuevas generaciones vivir ese pasado al menos en las reminiscencias que puedan evocar. Es mi humilde opinión.

jueves, noviembre 15, 2007

Antorcha TV: enciende tu pantalla

Un viaje de mil millas empieza
con el primer paso

Lao-tsé (570-490 a.C.)
Filósofo del Taoísmo.

Cuando sale al aire un nuevo medio de comunicación social, se abre una ventana a la libertad de expresión. Antorcha como medio impreso, forma parte del patrimonio histórico de la ciudad. Es uno de los decanos del diarismo oriental y está sembrado en el corazón de sus lectores. En la mañana “Un cafecito y el diario Antorcha” Es el ritual de todos los que buscamos estar informados imparcial, objetiva, veraz y oportunamente, ahora lleva su delicada misión y prestigioso nombre a la pantalla de televisión y pronto estará también a través de las ondas hertzianas. Desde El Tigre dónde nació como medio impreso, también encenderá la pantalla y la radio a toda la región, seguirá marcando la pauta y dictando cátedra en todos los escenarios de la comunicación social.

Los hermanos Briceño, Alexis y Anderson, liderados por Antonio y su distinguida esposa Mirna, estarán al frente de esta nueva apuesta empresarial. Los firmes pasos dados hasta ahora les auguran un éxito rotundo en la difícil, pero interesante tarea de avanzar desde el medio impreso hasta los medios radiotelevisivos. Este jueves 8 de noviembre, desde los elegantes salones del Colegio de Abogados anunciaron la salida oficial del canal que estaba en periodo de prueba, dieron una contundente demostración de que vamos a estar ante un medio televisivo de máxima calidad. Equipos de alta tecnología audiovisual, un equipo de técnico y una constelación de artistas y estrellas de primera línea, donde se le dio prioridad al talento local y regional. Nada de improvisación todo perfectamente organizado y coordinado.

La inauguración/preventa, fue espectacular, un salón primorosamente decorado, un equipo de lindas y amables anfitrionas, atención esmerada de los mesoneros, exquisitas bebidas, comidas y pasapalos, una organización impecable y un programa que incluyó la presentación de todo el selecto grupo de artistas, estrellas, presentadores, periodistas y personal técnico que desfilaran en la programación estelar del novísimo canal televisivo. Indiscutiblemente dejaron una positiva y gratísima impresión al selecto grupo de invitados que atendió la cita de la junta directiva de ANTORCHA TV. No hay dudas que estamos ante una versión televisiva a la altura de las mejores del país y que en esta región marcará el inicio de una televisión de impecable calidad.

La familia Briceño está poniendo alma, corazón, vida y una gran inversión en esta nueva iniciativa empresarial que le dará un nuevo impulso al desarrollo, el progreso y al crecimiento de El Tigre. Ayer, hoy y siempre el diario Antorcha ha iluminado ese sendero, con Antorcha TV encenderá las praderas audiovisuales que mostrarán a todo el país y el mundo nuestras inmensas potencialidades y desde esta nueva trinchera continuar contribuyendo al engrandecimiento no solo de la ciudad sino también al crecimiento personal de nuestra gente. Educar, orientar, entretener informar con decencia, integridad, moralidad, imparcialidad, seriedad, objetividad, veraz y oportunamente serán sus divisas, sin olvidar la parte reivindicativa que será abordada sin las desviaciones del chantaje, la extorsión y la adulancia. Lo más importante es y será la gente, la comunidad y en especial la teleaudiencia que gozará de una programación de altísima calidad.

Lo dijo el poeta Antonio Machado “Caminante no hay camino se hace camino al andar” La familia Briceño que hace caminos desde el diario Antorcha, ya dieron el primer paso de un viaje perdurable con Antorcha TV que indiscutiblemente, encenderá el panorama oriental y con la iluminación de su impecable señal digitalizada, hará más fácil hacer nuevos y mejores caminos para un viaje mediático a favor de las grandes mayorías de mil millas.

El restaurant “Entra y volverás”

La memoria es un presente
que nunca acaba de pasar

Octavio Paz (1914-1998)
Escritor mexicano.

En la calle Guevara Rojas de la ciudad que nació al calor de la industria petrolera el 23 de febrero de 1933, en el corazón del Casco Viejo y en la parte sur del Mercado Turístico, viene funcionando un bar restaurant, que en sus inicios llevo el nombre de “Entra y Volverás” y que luego cambió su nombre mercantil, por el de “La Gata Borracha”. Cuentan los vecinos que el fundador del establecimiento comercial fue, el español José Forte, que luego vendió o arrendó al señor Luís Noriega y una vez que este se retiró, lo asumió el español Andrés Pastrana, que fue quien lo bautizó con el nombre comercial cual funciona hasta ahora.

Los que tuvieron la suerte de visitar como clientes el antiguo bar restaurant “Entra y volverás” en la época que lo regentó el señor Luís Noriega deben recordar que este amigo tenía unas salidas muy ingeniosas, que aunado a su proverbial buen humor, se granjeaba el aprecio y el cariño de los citadinos. ¿Luís que hay hoy? Con una sonrisa contestaba: Pase y siéntese que hoy usted va comer, lo que comió Bolívar en el paso de los Andes” Otro día. ¿Luís que hay hoy?”Despreocúpese que hoy va comer lo que comió Boves en las Queseras del medio” y así sucesivamente condicionaba ¿Sugestionaba? a los clientes para que degustaran sus mejores platos del día. El hombre era un showman.

Otra cuestión importante es que en la carta del menú, aparecían todas las especialidades, pero sin precio. Usted pedía, el ordenaba al chef y le traía su suculenta comida, sí usted por casualidad exigía picante, el hombre le decía en alta e inteligible voz “Amigo aquí no usamos eso porque se cocina bien” una vez que los clientes degustaban los exquisitos platos del día, se le acercaban a pagar y le preguntaban amigo Luís ¿Cuánto le debo? El respondía con otra pregunta ¿Qué comió usted? Bueno, respondía el cliente p.e, un bistec a caballo, arroz, caraotas, tajadas, arepitas y un refresco, Luís en un tono muy serio le decía: usted no me debe nada, pero me va a dejar Bs. 3,50 para que cuando regrese vuelva a encontrar. De esa manera nunca se seca el aljibe, diría Odelín Hidalgo que era un cliente fijo a la hora del almuerzo.

En el local donde funcionó por muchos años el bar restaurant “Entra y Volverás”, ahora funciona “La Gata Borracha” en el mismo ramo, la clientela ha variado por razones de la movilidad social, pero los pequeños comerciantes del Mercado Turístico, tienen muy cerca ese negocio que sigue siendo muy popular, con precios solidarios y con excelente calidad en sus comidas, lo que les alivia, el bolsillo a la hora de un suculento almuerzo y en la noche pueden saborear una espumosa fría, disfrutar de un ambiente familiar y demostrar sus cualidades vocalísticas, interpretando los éxitos de ayer y hoy en el Karaoke”. Es lo que me cuentan vecinos y clientes de ese concurrido negocio.

Está pequeña reseña del bar restaurant, que nació con el nombre de “Entra y Volverás” y que hoy está trasmutado con el nombre de “La Gata Borracha”, la hacemos atendiendo a la gran legión de lectores que me envían e-mails recomendándome algunos hechos, sitios históricos y otros populares que dejaron una huella indeleble en una generación que hoy disfrutan de estás crónicas porque todos repiten al unísono “Recordar es vivir” y bien vale recordar esos momentos y dejar testimonios escritos que nos ayuden a preservar la memoria histórica de la ciudad.
Aún cuando acaba de pasar, no debemos permitir por acción o por omisión que se olvide y pase desapercibido. Esos populares personajes que fundaron, mantuvieron y mantienen esos negocios forman parte de la historia integral de nuestra querida ciudad y como tal lo reseñamos.