lunes, abril 12, 2010

Personajes de mi pueblo: Edgar Mayorga

El trabajo es el padre de la gloria y de la felicidad
Eurípides (480-406 a-.C.)
Dramaturgo griego.

El trabajo dignifica. En el caso del señor Edgar Mayorga, esa verdad se da en toda la extensión de la palabra. Armado de una voluntad férrea por sobrevivirle a la dura situación económica, la falta de empleo y oportunidades, él mismo la busca resolver, abrirse camino y, con toda la dignidad del mundo, logra estar en las calles con su mercancía para ofrecerla a los vecinos. Es el hombre del queso de mano o la telita y la mantequilla llanera y de Zaraza, para que no queden dudas. Todos los días, de lunes a sábado, desde la mañanita y hasta bien entrada la noche, recorre las calles de la ciudad voceando sus productos y colocándolos a precios solidarios. Un trabajo duro, para ganarse la vida.

Oriundo de El Chaparro, municipio Mc Gregor del estado Anzoátegui, Edgar Mayorga, está casado con la señora Gregoria, tiene 3 hijos. Ovallezca que estudia enfermería, Narciso y José que se desempeñan como vigilantes privados. Una familia humilde, unida, trabajadora, laboriosa y honesta que tiene su residencia en Villa Rosa, al oeste de la ciudad. Nunca perdió tiempo, desde que llegó hace más de 10 años, cumple la tarea diaria de vender el queso llanero y exclama con orgullo, seguridad y gran convicción. “Estamos sembrados aquí y ya no nos vamos”. Otra familia adoptiva de este pueblo. El que llega por este rincón oriental, difícilmente se regresa. Venga, verá y se convencerá. El único riesgo es que querrá quedarse.

Edgar Mayorga, es un popular personaje, que armado de una carrucha, un tobo, las bolsas plásticas, un forro plástico para tapar el tobo, un recipiente con agua y sus paños para mantener la limpieza y los standards sanitarios, desafía la inclemencia del medio ambiente, recorre las calles de la ciudad con su voceo característico “El queso, el queso, el queso”, salen los vecinos a adquirirlo seguros, que compran un producto fresco y de excelente calidad. Ya tiene clientes fijos y todos los días logra captar muchos más. En sus largos recorridos, tiene que almorzar en la calle y el agua o algún jugo que consume se la suministran sus clientes. A nadie le falta Díos. Un vendedor ambulante humilde, pero muy digno. No hay un ápice de dudas, que le echa ganas.

¿Dónde adquiere el producto? Viaja a Zaraza de cola en cola, allá lo compra y regresa de la misma forma. Muy pocas veces paga pasaje o traslado, los asiduos viajeros a esa zona lo conocen, lo estiman, lo respetan y le tienen la mayor consideración. Saben que es un hombre de bien, que se faja duro para ganarse la vida y con sus colitas lo ayudan en su trabajo. OJO: el queso de mano (telita) y la mantequilla son llaneros y de Zaraza. Particularmente lo recomiendo. Cuando los vecinos lo compran, adquieren una delicia láctica llanera y favorecen a un hombre trabajador, que con su duro, agotador y fatigante labor, vence las adversidades económicas de la vida y lleva el sustento a su familia. Un verdadero, autentico y digno trabajador.

El trabajo glorifica y le da la mayor suma de felicidad a quien lo hace, honrada, decente y honestamente. En el caso de Edgar Mayorga esa premisa no tiene desperdicio. ¡Viva el trabajo! ¡Vivan los trabajadores! Ser trabajador honrado, tal como anda el mundo, es como visualizar una aguja en un pajar. Honor a quien honor merece.



No hay comentarios.: