sábado, noviembre 26, 2011

Personajes de mi pueblo: Aquiles Justino Ojeda Pinacel

El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro, sea quien sea
Johann Wolfgang Von Goethe (1749 – 1832)
Poeta, novelista y dramaturgo alemán.


El poeta Aquiles Ojeda, es hijo del matrimonio que constituyeron, un emigrado procedente de Guasipati, Justino Ojeda y Ramona Pinacel, oriunda de Puerto Píritu, de los cuales se puede decir, sin temor a equívocos, son fundadores de San Tomé. Los padres, fueron habitantes primigenios, de ese campo petrolero. Llegaron a la calle 600 (En proyecto), que tenía, para entonces dos viviendas. La otra la habitaba Rafael Dobleterry, proveniente de Aragua de Barcelona. Nuestro personaje, nació el 01 de noviembre de 1943, en un trailer que servía de dispensario móvil para los trabajadores de la industria petrolera y sus familiares. Nos ilustra, e poeta recordando, que los primeros niños, que vinieron al mundo en ese campo petrolero, fueron Rosanna Rosales, la cual era o es, Comisario de la antigua PTJ, denominada ahora como CICPC y su hermano Héctor Ojeda. Los primeros santomesinos. Pa’ que vos veáis.

En la medida que el campo fue tomando forma, fundaron la escuela, cuyo primer director fue el maestro Rafael Umanés. El cuerpo de educadores estaba conformado por Rafael Rada, Ovidio González, el esposo de la también educadora, America Maradei, Amado Pierluissi y Gabriel Puerta, padre del legendario guerrillero que lleva su nombre. Aquiles, inició y culminó sus estudios de primaria en ese plantel. En ese tiempo la inspiración poética, innata en su persona, empezó a aflorar, hubo un concurso de poesía, cuando estudiaba cuarto grado, participó, ganó y como el premio le obsequiaron, una bolsa de caramelos, que llevó a casa. El papá, preguntó dónde las había obtenido. El impúber, le respondió rebosante de alegría. “Lo gané con un poema en la escuela” incrédulo, el padre lo tomó por una mano y fue hasta la casa del maestro Amado Peirluissi, para constatar la veracidad del hecho. Era cierto. Primera alegría y ramalazo de dolor que le causa su afición por la poesía. Antes había que justificar muy bien lo que llevabas a casa. Hoy un muchacho lleva una moto y muchas mamás les preguntan ¿Dónde conseguiste esa no quedó una para tú hermano? ¡Que dolor e irresponsabilidad! Signos de degradación.

En ese tiempo en San Tomé, la muchachada, estaba integrada por Amauris García, el eximio poeta, compositor, músico, publicista, productor de TV y asesor político, José Enrique “Chelique” Sarabia Rodríguez, el campeón decatlonista, Héctor Thomas, Benigno Guilarte, el pintor internacional , Alirio Palacios, Susana Duijm, que había nacido en Aragua de Barcelona, hija de Abraham Duijm (Mis Venezuela 1955), inmigrante judío de Suriname y Carmen Zubillaga, natural de Aragua de Barcelona, Nilda Figuera, Victorina Gerber, Zoraida Faull, entre otros. La mayoría de ellos compartieron aulas, en Liceo Briceño Méndez, hasta tercer año, cuando Aquiles Ojeda, marchó a Caracas, para concluir su bachillerato, mención Humanidades, en el liceo Alcazar del Centro, Andrés Bello y Fermín Toro. El joven bachiller, se matriculó en la Universidad Católica y luego en la UCV, en la carrera de derecho. Abandonó Caracas, sus deseos de ser abogado y llegó a Valencia. En la Universidad de Carabobo, egresó en la primera promoción de Licenciados en Relaciones Industriales. En esa condición llegó a Caracas de nuevo, para trabajar en el Concejo Municipal, como asistente de personal. Bisoño y con la troja alta, le echó ganas un tiempo. Había que levantar para la arepa.

En poco tiempo, llegó al INCIBA, con el rango merecido. Jefe de Personal. En la época, que Mario Mauriello, ejerció la Presidencia del Hipódromo La Rinconada y el Dr. Otto Padrón, la Dirección General, el flamante Licenciado en Relaciones Industriales, coronó como Jefe de la División Técnica de Personal. Cumplida esa misión, pasó a ser el primer Jefe de Personal y organizador de recursos humanos, en el hospital Guatire – Guarenas. Estando en ese cargo, como decía el difunto y excelente periodista Pedro Marrero Hernández ¡Que vaina!, unos amigos le exacerbaron el espíritu aventurero, renunció y fue a parar a San Salvador de Paúl. En esa zona, se había desatado la bulla más grande de diamantes. No duro mucho la aventura, a los 2 meses, el papá, alarmado, dijo “Mi hijo no se muere en esa montaña” y lo fue a buscar. El poeta, se había casado con la señora Carmen Hernández, con la cual procreo sus únicos dos hijos. Aquiles David y la actual Prof. de la UGMA, Addis Dayana y se había separado de su esposa. El guayabo lo llevó a las minas.

El poeta Aquiles Ojeda, había ganado en el estado Anzoátegui y recibido del entonces gobernador, Rafael Antonio Fernández Padilla, el premio de poesía con su poema “Misteriosa”, una mención poesía en la UCV, con el poema “Soledad”, 2 menciones en España y una en Portugal y ya gozaba de la condición de políglota, habla alemán, francés, portugués y en español, con cuatro frías entre pecho y espalda, la pangola que juega garrote, vino a El Tigre. La familia ya había fijado residencia en esta ciudad y cómo era común para esos tiempos, la redacción de los diarios estaba llena de poetas y escritores, empezó a trabajar a destajos para el diario Antorcha, teniendo como maestros a Hilario Franco, don Juan Meza Vergara, luego en diario El Tiempo de Puerto La Cruz, a Jesús Alvarado y mas tarde en Caracas cuando laboró para El Mundo a Francisco “Panchón” Gutiérrez. En su larga trayectoria, en el mundo de los medios de comunicación social, ha sido columnista de Panorama, la revista “Imagen” que edita el CONAC, Antorcha y tenido diferentes columnas entre ellas “Sigue el tren” “Velas al viento” y últimamente la que publica en Mundo Oriental “La ciudad y su gente” que es vital y capital, para poder sustentar su vida social. Aún cuando cobra religiosamente la pensión de vejez, es diestro con la mascota, pero mocho, según “Moncho” Bejarano, para lanzar y le roban las bases con facilidad. En la Real Epidemia de la Lengua, lo llaman manito e’ caimán. Sus razones tendrán.

En la actividad política, el poeta Aquiles Ojeda, ha estado toda la vida en el partido del pueblo. En San Tomé, fue fundador de AD, con don Pedro González, quien era el Secretario de Organización y los Secretarios Políticos, Alfredo García y el “Mocho” Luna. Con esa incipiente experiencia política y sus estudios profesionales, llegó a formar parte del equipo de la Secretaría de Nacional de Organización, bajo la égida de don Luís Piñerúa Ordaz. Fue Coordinador de Computación de la victoriosa campaña de Carlos Andrés Pérez Rodríguez. En esa responsabilidad, formó equipo con Juan Pablo Brown, Juan Pedro del Moral e Isabel Hernández. Nunca olvida la empatía con el emblemático portero del CEN de AD, el popular y querido “Negro” Encarnación Ribas, quien nunca abandonó ese puesto de lucha, a pesar de que, lo tentaron varias veces, para que fuese a formar parte de la administración pública. En Puerto La Cruz, formó parte del equipo político de Ramón Herrera León, Rafael Antonio Fernández Padilla, Felipe Astudillo y José Manuel Azocar y aquí en El Tigre, compartió responsabilidades partidistas con Pedro Pablo Rojas, Ángel González Echenagucia, José Laurencio Silva, Frank Acosta, Augusto Enrique Tenorio Meza, Miguel Gener, Ramón Carrasco y Oscar Urrieta Salazar, entre otros líderes de AD. Un hombre polifacético, que ha hecho radio al lado del caballero del micrófono y también poeta, Manuel Vargas Ávila, historia, poesía y ahora, acompañado de su actual pareja la educadora, Ada Véliz, solicita que todos nos cuidemos de los malandros y de los malos conductores también. El que está picado de Macagua, cuando ve bejuco se espanta.

Hay un sabio refrán que reza “De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco. Hay que ser bien bárbaro para ser sordo a la voz de la poesía, por lo que Aquiles Ojeda, un poeta popular de la ciudad, los personajes y lugares que recreamos en este destello, estamos seguros de que, cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores de nuestro excelso pasado y presente, decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta bella urbe, que nació el calor del oro negro, el 23 de febrero de 1933, los deben incluir en el disco duro de nuestra memoria histórica. ¡Vale la pena!



No hay comentarios.: