viernes, abril 20, 2012

Personajes de mi pueblo: Aníbal Durán

Todo el que tiene una ocupación tiene una oportunidad
Elbert Hubbard (1856 – 1915)
Escritor y editor estadounidense.

Hay quienes dicen que no trabajan con electricidad porque no se ve. No hay dudas. Es muy peligroso. Empero, hay quienes tienen vocación innata para laborar en esa especialidad. Operan los sistemas eléctricos con pericia, se convierten en especialistas y resuelven con precisión los problemas que se derivan de esas indispensables conexiones. En viviendas, industrias, manufacturas, equipos  y vehículos, etc, etc., son alma corazón y vida.  Aníbal José Durán Sebastiani, que nació en El Tigre, el 5 de marzo de 1951 y es hijo del carupanero Elpidio Durán y la guayanesa Nidia Sebastiani, es uno de esos técnicos electricistas especializados. Posee una dilatada experiencia y una aquilatada formación, la cual inició desde muy joven en forma empírica como ayudante de su padre, el cual trabajó en la compra-venta de vehículos usados. El destino abre las rutas.

El viejo Elpidio, uno de los primeros pobladores del pequeño pueblo de El Tigre, adquiría mediante licitaciones públicas, que ganaba en buena lid, los vehículos desincorporados de la industria petrolera. Antes PDVSA los ofrecía a sus trabajadores y, por los que sobraban, abría licitaciones públicas. En la actualidad el gobierno los regala a Cuba. Una vez en su poder,  los reparaba, acondicionaba, ponía operativos y luego revendía.  En ese trabajo de arreglar los vehículos, Aníbal y su hermano Américo, optaban por las partes eléctricas. Esa actividad la alternaban con sus estudios de primaria y secundaria en la escuela nacional “Estado Trujillo” y el colegio “San Antonio”, dónde por añadidura, se hicieron practicantes del fútbol. Un cura, que ellos apodaban, Resorte, por sus habilidades para manejar el balón, les metió en la venas, gracias a Dios, esa disciplina deportiva. Hacer deporte es hacer patria.

Aníbal Durán, forma parte de una familia prolija, el matrimonio tuvo 7 hijos más. Elpidio (+), que formó parte de la Liga Mayor de Fútbol y fue un brillante portero del equipo valencia FC. Amílcar, quien es Químico en Alimentos. Nelson, otro destacado futbolista, que se destacó como defensa central, de la oncena Lara FC. Oswaldo (+), un notable político y abogado penalista, el cual víctima de una mortal atentado en la capital carabobeña. Nidia, TSU en Administración, José Ángel, Técnico en Computación y Américo, que también es especialista en los sistemas eléctricos de automotores. Una familia de padres trabajadores e hijos formados para el trabajo productivo. Todos tienen una profesión. La mejor herencia es la educación.

En Valencia, Aníbal completó sus estudios de secundaria. Matriculó en la Escuela Técnica, egresó como Técnico Electricista, se especializo en el área automotriz, se desempeño 15 años como instructor del INCE, para luego instalar un Taller Electroauto con su hermano Américo. En ese tiempo formó parte de la selección de fútbol infantil y juvenil del estado Carabobo y participó como mediocampista en los nacionales celebrados en el estado Portuguesa. Primero en Acarigua y luego cuando inauguraron el estadio Olímpico de Guanare. En otras categorías, formó parte de la  oncena de Papeles Venezolanos (PAVECA). Muchos tígrenses hicieron carrera futbolística en la ciudad industrial de Venezuela, ya que Elpidio Durán, venía regularmente a El Tigre y reclutaba jugadores, a los cuales las empresas, les proveían habitación, viáticos y empleo estable de calidad. José Vicente y Oíto Lira, en esa época eran fichas exclusivas de PAVECA, dónde brillaban en los campos de fútbol y, hacían carrera como trabajadores de esa empresa papelera. Ambos están retirados y disfrutan el descanso del guerrero.

En la década de los 1980, Aníbal Durán, regresó a El Tigre e instaló el taller “Electroauto Guanipa” que ubicó en La Charneca, sector La Botella. Más tarde lo mudó a la prolongación de la Avenida 5, exactamente, frente a Unidad Geriátrica “La Montonera” que fundó la señora Delia de Crespo. Luego estuvo un tiempo en la urbanización San Francisco de Asís (Ciudad Tablitas), en un local que alquiló a la combativa dirigente vecinal, Arminda Arias y, como el buen hijo vuelve a casa, aterrizó en la calle Miguel Otero Silva, la vivienda oficial de la familia, que antes había vendido la casa que poseían, justamente, dónde ahora funciona el Hotel “Primero de Mayo”. En ese largo camino, al frente de su taller, Aníbal, logró muchos contratos de servicio con la industria petrolera y llegó a complementar su actividad eléctrica con servicio de grúas. El inexorable paso del tiempo, las crisis económicas, familiares y algunos desordenes etílicos, fueron mermando la actividad, el capital económico, la capacidad para el trabajo y hoy solamente, se ocupa de prestar servicio técnico, a clientes particulares los cuales todavía mantiene, gracias al prestigio ganado y la profesionalidad de su trabajo. En materia de electroautos Aníbal es un campeón. Cría fama y acuéstate a dormir. 

Aníbal Durán, en sus varios matrimonios tuvo 10 hijos, que le han dado la dicha de gozar, por ahora, de 15 nietos y 4 bisnietos. Hasta el momento no goza de la pensión del SSO. Espera que la Misión en Amor Mayor, en la cual ya se anotó, corrija esa injusticia. Recuerda que en sus inicios, trabajaron en su taller Luís José Pomonte y Carlos Badías. Entre sus clientes estuvieron los Profesores. José Antonio Arias Reyes (+), Ángel Antonio Merlín, Hernán Iro (+) Olivio García, quien en la época que vivió en Ciudad Bolívar, venía exclusivamente a requerir de sus servicios y siempre traía una carga de pescado del Orinoco, el cual degustaban asado a la par de las infaltables gélidas. El Dr. González Orsini (+), al cual le prestaba servicio, hasta en el fundo, de manera gratuita ya que era muy amigo de la familia. Los también médicos Rafael Tobías Guevara (+) Óscar Rodríguez Abarca, José Ramón Urbaéz, Pedro Urbina (+), Jesús Nessy Velásquez,  los periodistas Juan Martínez, Pedro Emilio (Pejas) Rojas Vargas (+), Luís La Roche (+), el Dr. Rubén Darío Lamar (+), el primer radioeléctrico de la ciudad, don Antonio “Toñito” Liccioni (+) y el igualmente radioelétrico Julio Moya, que laboraba en el taller, Líbano TV de Antonio Mawad, entre otros. En cuanto a los colegas, tiene gratos recuerdos de Juan Millán, que apodaban 3 velocidades (Más lento y parao), porque trabajaba con lentitud, pero el papá de los lentos fue Teodoro Gómez, que prestó servicio en la histórica Bomba Levante de don Pedro Manuel Brito y también Luís López, que tenía su taller en los alrededores de La Cruz de Los Chóferes. Todos especialistas en reparación de Arranques y Dinamos. Una ocupación que se convirtió en oportunidad de enfrentar la vida. El Trabajo dignifica.

Las personas, empresas y talleres, que mencionamos en estos destellos, junto a nuestro personaje,  Aníbal Durán, forman parte de nuestras historias urbanas y merecen, que cuando nuestros eximios cronistas, historiadores e investigadores, de nuestro presente y pasado, decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta pequeña urbe, que nació al calor de la industria petrolera, el 23 de febrero de 1933, los incluyan en el disco duro de nuestra memoria histórica ¡Vale la pena!


 

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